Las aguas bajan turbias, muy turbias

ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ LA ABUELA

La foto no es un error...era por si alegraba el cotarro

Revisando ayer los papeles el Náufrago se encontró con este…(pónganle el título que prefieran). Digamos que es como una ‘cuña’ del filósofo, escritor y profesor José Antonio Marina que sabe algo de qué y cómo se cuece eso que llaman educación. Si había algo que analizar, cuidar y buscarle una solución mejor, sería la educación. En mal momento llega. Como dice el dicho popular “éramos pocos y parió la abuela”. En este caso, la abuela como habrán entendido se llama “Escuela”, “Educación” o como quieran nombrarla.

Por supuesto la señora Aguirre no ha obrado con cintura en asunto tan delicado y ha dejado ver que no conoce bien cómo funciona ese avispero y lo poco que se necesita para que se revuelva. Tomar una decisión de ese tipo en los tiempos que corren y en asunto tan delicado es meterse en la boca del lobo. El terreno está más que abonado y el resultado, por una y otra parte, no va a hacer más que ahondar el ya profundo pozo. La solución no es nada fácil y personalmente no veo fácil la solución, el problema va más allá del dinero, necesario por supuesto.

El artículo del profesor apunta ‘soluciones’ que no dejan de ser ‘buenas intenciones’. El Náufrago es perfectamente escéptico y pesimista en éste como en otros temas. Es su costumbre. En este mundo ser idealista es lo que autoriza el soñar en un mundo distinto que no existe.

Sé que no he dicho nada nuevo. Ni lo sé, ni sabría decir otra cosa. ¿Por qué vamos a tratar de mejorarlo?. Que en  este otoño caerán muchas hojas es obvio, no hace falta ser adivino: "Les feuilles mortes se ramassent à la pelle", decía la canción

"Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y allí llorábamos, al acordarnos de Sion": (Salmo 137. 1)

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Inversión educativa.

JOSÉ ANTONIO MARINA

Los debates educativos en España son broncos, ideologizados e inconclusos. El actual trata de recortes en educación y horario de profesores. Aguirre ha sido torpe e innecesariamente agresiva. La respuesta docente, confusa. Necesitamos un improbable debate a fondo. El gasto en educación es inversión. Según James Heckman, premio Nobel de Economía, la inversión que produce una tasa de retorno económico más alta. Pero no basta con invertir, hay que invertir eficazmente. La magnitud del fracaso escolar en España hace que el gasto en educación sea una inversión mal hecha. Ese es el problema. No gestionamos bien el presupuesto en educación. Invertimos el 4,6% del PIB, mientras que la media de la UE es el 5,4. Aun así, los resultados podrían ser mejores.

Los docentes de secundaria pueden asumir dos horas más de clase sin que eso repercuta en la calidad. Pero reducir el profesorado sí lo haría. Hace falta una reasignación del actual, porque lo necesitamos para acometer tareas postergadas: reducción de la ratio profesor/alumno, clases de apoyo, tutorías más profesionalizadas, idiomas, clases de excelencia (que debería haber en todos los centros), relación intensa con las familias (sobre todo de las que tienen dificultades), activos departamentos de orientación, utilización de las instalaciones escolares los fines de semana, potenciación de las bibliotecas escolares, atención a alumnos con altas capacidades y con dificultades de aprendizaje. Por ejemplo.