La despedida

LOS 7 PECADOS CAPITALES DE ZAPATERO, SEGÚN RAJOY

Supervisor de nubes sin hamaca
Ayer, miércoles, fue el día oficial de la despedida del licenciado José Luis Rodríguez Zapatero - ZP mediáticamente hablando – Zapatero para el vulgo, con todo lo que eso suponga para bien o para mal, según los gustos. El ‘despidiente’ se movió entre los aplausos no demasiado emocionados de unos y los poco efusivos por parte de otros. Algo que en ciertos medios se ha subrayado. Según ha escrito alguien se despidió, o le despidieron, “como los oficinistas que fichan al salir o como los madrugadores que se calzan en el ascensor para no despertar a los que aún duermen en la casa”. Se despidió, quizá con alguna nostalgia, de sus queridos ‘mano a mano’ de los miércoles, donde se sentía a gusto en sus rifirrafes con su antagonista, al que a veces desarmaba con sus ‘teorías’.

Dicen las crónicas que salió del ring o de la arena política, de la mano de su ‘fiel’ Rubalcaba, farfullando para sí: “tu quoque, Alfredo, filii mihi!” como César gritó dolorido a su hijo Bruto. Poco a poco, los más cercanos han ido marcado distancias como si se tratara de un ‘apestado’ cuya proximidad pudiera perjudicarles en sus afanes y deseos.

Sin embargo, hasta el último momento, hay que reconocerlo, ha mantenido el tipo, aunque en su cara haya quedado marcada la huella de muchas noches de preocupaciones e insomnios. A solas con su mujer, repitiendo en la oscuridad de la noche: “son soles” cuando ella sólo veía la negrura de la noche. Quizá sea ella, la Sonsoles de verdad, la única que haya oído, comprendido y sufrido la amargura y la terquedad de las realidades. No es extraño que después de todo esto, sueñe para él lo que desea para sus amigos que dejan sus cargos, la greguería de Gómez de la Serna: "el mejor destino es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo".

En la despedida, su antagonista tuvo tiempo de recordarle el catecismo pensando, quizá, lo que él no debería hacer si no hay otros 17- N, antes del 20 de Noviembre, porque nada  hay previsible en Españistán. Quedan todavía muchos ‘rubalcadías’. 

Así le despidió su ‘amigo’ de los miércoles:

Foto: Ignacio Gil.- ABC
• «En economía hay que hacer un buen diagnóstico de la realidad y no engañar

• Hay que gobernar con un plan y no con ocurrencias pensando sólo en las próximas 24 horas

• No hay que generar falsas expectativas;

• Hay que hacer previsiones razonables, tanto de crecimiento como de empleo

• No se debe gastar lo que no se tiene

• Hay que hacer reformas y no pretender vivir constantemente de la herencia y de la inercia
• Y, por último, no se puede gobernar sólo por decreto-ley».

Sin duda de este catecismo habrán tomado nota tanto los que aspiren a cumplirlo como aquellos a los que los vientos les soplen en la dirección inversa para sacarlo del bolsillo cuando corresponda. Se sentirán muy satisfechos de poder pasarlo por la nariz al menor desliz, que los habrá. Eso es la política del ‘y tú más’. Muy hispano

Comentarios

Campurriana ha dicho que…
Me ponen enferma (¿os había dicho que Campu está pesimista?) todos estos personajes vacíos. No generan confianza. Se mueven ya antes de entrar por esa inercia que critican ahora. Dicen lo que los votantes potenciales quieren oír, sumergiéndose en las redes sociales para buscar la frase concreta que les lleve a los apoltronados puestos por un período razonable...

En fin. Que el "Y tú más" nos lleva, como siempre, a una situación verdaderamente desastrosa, de nula motivación para todos (incluidos ellos), de escasas expectativas...
Goyo ha dicho que…
Y ahora hay que votar? A quién? Menuda panda.
Douce ha dicho que…
Queridos Campu y Goyo, es cierto que soplan malos vientos que hablan de desaliento y hastío, pero nada ganamos sumergiéndonos en esa ciénaga o ese pozo de chanchullos, peleas, mentiras y otras basuras.

Ser pesimista no es malo, es ser lúcido o sea, un idealista bien informado, lo que es contraproducente es dejarse empapar por el pesimismo, vivir el pesimismo. Los verdaderos responsables no se sienten pesimistas, además tienen bien protegidas las espaldas y ellos son los menos afectados. Sois todavía jóvenes, y podréis conocer tiempos más sensatos. La tarea no es a corto plazo, pasarán años difíciles, pero al final la realidad nos ayudará a ser más sensatos y aprender qué es de verdad la vida que se puede y se debe vivir al margen de las cosas que nos cuentan y que vemos. Debemos intentar que en lo posible no afecte directamente a nuestra verdadera vida.

Sé que no es fácil despegarse de todo ese aluvión de informaciones y realidades que a diario nos llueve encima, pero hay cosas ás importantes: nuestros gustos, nuestras aficiones, las cosas que nos llenan por dentro, las personas en quien podemos confiar, soñar, por qué no, disfrutar de las cosas más sencillas. A ‘ellos’ les interesa que estemos abatidos, temerosos, desanimados, así nos sentirán más dóciles o solamente ‘indignados’.

No pretendo que sean predicaciones de una persona mayor que también es pesimista, pero que trata de no vivir ‘pesimistamente’. La vida no es sólo lo que recogen los medios que hacen su oficio, la verdadera vida nos compete a nosotros tratar de vivirla lo más realmente posible. Vivir el pesimismo es anularnos personalmente. Ya está bien de dejarnos enredar en esa rueda de buenos y malos, de izquierdas y derechas, de fachas y progresistas… ¡Cuánto tiempo perdido en discusiones inútiles!

(Bueno, creo que me he pasado algunos pueblos y no sé si siempre hago lo que digo, pero al menos trato de intentarlo, aunque no siempre lo consiga. Perdonad el rollo)
Campurriana ha dicho que…
Náufrago y Goyo, trataré de vivir lo menos "pesimistamente" posible. Lo prometo. Sin embargo, debo reconocer que a veces es complicado viendo como se mueven los mercados y ese tipo de cosas raras que nos dominan. Cuando los sectores se tambalean de esta manera me llego incluso a asustar. Quizá esté equivocada, pero veo que vienen tiempos bastante complicados para todos y lo que más siento es pensar en qué manos vamos a estar (en qué manos estamos)...

Lo siento. Es que no hay manera.
Menudos días llevo...

Náufrago, por favor, pon algo en esta isla que nos haga sonreír.
:)
Douce ha dicho que…
Campu, tienes razón. Ya tenemos bastante con lo que 'excretan' los medios para que nosotros en nuestras bitácoras insistamos en lo mismo.

Voy a tratar - no sé si lo lograré - dedicarme más a menudo a otros temas y asuntos.

Al fin y al cabo no debemos confundir deformaciones con vivencias.

Hoy me he refugiado en el humor/vida de Gómez de la Serna y he pasado un rato escogiendo entre sus greguerías. Deseo que te distraigas y esboces una sonrisa
Campurriana ha dicho que…
Náufrago, en la isla los temas que apetezcan, los que salgan, también se pueden denominar desahogos y está muy bien soltar rayos y truenos de vez en cuando para expulsarlos de uno mismo...

Por favor, nunca pediría que cambiases el rumbo natural de los posts. Una isla está para informar de aquello que a su náufrago le apetezca...

Echaré un vistazo a esas greguerías que siempre han llamado mi atención.

¡Muchas gracias!

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