"ABRECARTAS LAPIN", cien por cien ecológico

No todos los 'inventos' de los que se pavonea el hombre han sido descubiertos por los humanos. Nuestros hermanos los animales los descubrieron antes y no reclaman 'derechos de autor". Podrían haber creado hace millones de años su propia "SGAE",  haber registrado la patente y hacernos pagar los respectivos derechos. Pero siguen dándonos ejemplo de generosidad y altruismo, a nosotros que cobramos por nuestra manera de estornudar.

Que inventáramos los sobres para envolver nuestras cartas de amor o las de los negocios resulta dudoso, los animales hacía tiempo que sabían envolver aquello que les era querido. Lo único que ha hecho el hombre es complicar cómo cerrarlo: primero lo atarían con una cuerda, después le añadirían el lacrado, más tarde lo untarían de goma y al no haber forma de desplegarlo tuvieron que recurrir al abrecartas que frecuentemente sería sustituido con el dedo con el consiguiente desaguisado.

Últimamente han optado por distintas formas de sellado de los sobres: unas incisiones que no siempre funcionan como es debido, o un ribeteado de puntitos que, con mucho cuidado debes, pacientemente, ir recortando. Tanto inventar cuando por fin alguien encontró la solución: ¡El CONEJO! Sí, no pongan esa cara, que ya se ponen en lo peor, o en lo mejor... Porque este simpático roedor 'recorta' los sobres de la carta mucho más ecológicamente que cualquier otro utensilio y además reciclando la celulosa. Vean si no, el: 

"Abrecartas Lapin: el abrecartas cien por cien ecológico"