El cuento de la Zapachera

DE VUELTA A LA ISLA

Al regresar, Douce, la Becaria,  ha enseñado al Náufrago un cuento maravilloso que había llegado a la Isla durante su ausencia y le ha preguntado si podría darlo a conocer. El Náufrago lo leyó, le gustó, y le dió su beneplácito. Léanlo, si les parece
 

LA ZAPACHERA PRODIGIOSA

España estará 'creando empleo con fuerza'
El PSOE ganará las autonómicas, municipales y generales,
El PNV tendrá 'una responsabilidad importante en el final de ETA'
'En año y medio pueden pasar muchas cosas'

La Zapachera

Iba alegre la Zapachera camino del mercado de Ponferrada . Con paso vivo, sencilla y graciosa, sostenía sobre su cabeza un cántaro lleno de la leche de sueños. Ese día se sentía realmente feliz y a medida que se iba acercando al pueblo, su dicha aumentaba. ¿Por qué? Porque la gentil Zapachera caminaba acompañada de sus pensamientos y  en su prolífica imaginación veía muchas cosas hermosas para el futuro.

- "Sí -pensaba- ahora llegaré al mercado y encontraré enseguida compradores para esta riquísima leche que da la vaca de mis sueños. Sin duda, han de pagármela a buen precio, que bien lo vale mi apostura y mi talante.

- "En cuanto consiga el dinero y me gane al personal, allí mismo compraré un canasto de “Omaba egs”. Estos ‘egs’ (huevos americanos) los llevaré a mi Moncloa y de ese montón de ‘egs’, lograré sacar, ya hacia la primavera, millones de ‘pollos-votos’ por lo menos. ¡Ah, qué feliz me siento solamente de pensarlo!  Me rodearán esos millones de pollos piando y piando y no dejaré que se les acerque el Zorro de Rajoy ni la Comadreja de Esperanza y me los coman.

- "Una vez que me haga con los pollos-votos, volveré al mercado. Y entonces, entonces...los venderé para comprarme unos cerdos

- "Sí, cerdos, no muy grandes, lechoncitos rosados que son los que más me gustan. ¡Ya me encargaré yo de ir cebándolos! Crecerán, se pondrán gordos, porque estarán bien alimentados con piensos y bellotas. Serán estupendos, con barrigas que han de arrastrarse por el suelo. Y con jamones y chorizos daré de comer a todos y no habrá paros. Todos tendrán lo que se merecen"

Siguió La Zapachera su camino, sonriendo ante la idea de ser dueña de tanta riqueza. ¿Que haría? Lo pensó un instante. Y otra vez una sonrisa de felicidad Netol iluminó su linda cara y sus cejas se tornaron aún más circunflejas.

- "Claro está. Ya sé lo que me conviene, replicó para su coleto. Estos cerdos que he criado bien valdrán un buen dinero. ¡Con él me compraré la Vaca Lechera de mis sueños! ¡Una vaca y... terneritos que me encantan! ¡Ah, qué gusto verlos a todos saltando, retozando y corriendo por mis campos!"

Ya se vio La Zapachera paseando feliz por su feudo. Y al pensarlo, rió alegremente al tiempo que daba un salto. ¡Ay cuanta desdicha siguió a su alegría! Al dar el salto, cayó de su cabeza el cántaro que  rompió en mil pedazos todos sus sueños.

La pobre Zapachera miró desolada cómo la tierra tragaba el blanco líquido, a sus sueños y a la misma Zapachera. Ya no había la leche de sus sueños, ni habría votos- pollos, ni ‘egs americanos’, ni cerdos, ni la Vaca de hermosas ubres y sus terneros. Todas sus ilusiones se habían perdido para siempre, junto con el cántaro de sus sueños rotos y la leche y las leches repartidas en el camino.

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P.D.- "Una observación de Becaria: ¿De verdad la vida es como la pintan en los cuentos? Mira que si no se le rompe el cántaro... ¿!!!?

DOUCE