Psicoterapia Nacional
"¡INIESTA DE MI VIDA…!"
Lo necesitaba. Este país lo necesitaba con avaricia. Estaba pidiendo a gritos, "¡por favor! una espita, una válvula de escape" y salgan por ahí, a borbotones, tantas decepciones, tanta confusión, tanto descontento, tanta impotencia consumida en silencio. No encontraba una vía que sirviera para evacuar los sentimientos y las emociones de ‘todos’, los de la derecha y los de la izquierda, los del norte, los del sur, los de la meseta. Quizá, seguramente, haya habido recalcitrantes que no hayan podido o querido sumarse a esta explosión de unánime entusiasmo. Los encargados de hacerlo, de tratar de unir, de remar en la misma dirección, siempre han tenido ‘cuentas’ pendientes que ajustar, sólo les interesaban sus propios intereses. Han tenido que ser unos jóvenes, que han sabido mirar más allá de sus rincones, de sus ideas, hasta de sus gustos personales, para hacer filigranas, para sufrir y superarse , los que supieron que un equipo, desde el portero, pasando por los medios, hasta el más alejado delantero, tenían una misión, lograr que el balón de todos encontrara el GOL.
Y la explosión se produjo, hubo un balón que atravesó la red y por allí empezaron a salir a chorros, tanto grito retenido, tantas emociones acumuladas, tanta ansia de converger, aunque fueran unos días, y sentir que a pesar de tanta ‘diferencia’, había algo aún que los unía. Era un terapia que necesitaba mucha gente, agobiada por un sin fin de problemas, confusa, pero deseosa de ver diseñado un horizonte, una tarea común que diera sentido a su trabajo. Cada cual por su parte, su ‘autonomía, mirándose los pelillos del ombligo, y sin un timonel que guie la nave hacia algún puerto… Ayer quizá, algunos miraban con envidia a alguien de ‘talante’ tranquilo, conciliador, de pocas palabras, pero de hechos, mimando a un grupo joven, examinado las necesidades de cada uno y marcando, sin aspavientos, la portería.
Ayer se produjo la explosión de un volcán que necesitaba un cráter por donde evacuar tanto fuego, tanta ceniza. Seguramente esta lección que ayer todos daban por aprendida, con la boca pequeña, la de siempre, dure muy pocos días. Están tan ciegos que volverán a azuzar las llamas del volcán con sus espurios intereses. Seguiremos sin saber cuál es el verdadero Estado de la Nación, ni cuántas somos. Las multitudes de ayer volverán a refugiarse cada uno en sus casas, se recogerán las banderas que ondearon durante unos días. Hasta el pulpo Paul, el pitoniso, se nos morirá de viejito. Y habrá muchos, que en silencio, soñarán en voz alta por la noche: “Iniesta de mi vida…” España y yo somos así, Señora.
Sonrían.
Comentarios
¿Cuándo toca la Copa Confederaciones?...
:(
Escucharé lo menos que pueda, lo justo, las 'flatuus vocis', palabras vacías de esos charlatanes de feria, vendedores de 'crece pelo'. No quiero que 'definan' mi vida mientras yo aguante.
Tengo cosas más importantes que atender, cuidar y cuidarme. El fútbol ya cumplió, ampliamente, su cometido.
Hasta el Mundial que viene, si es que nos toca...
Quizá te hable un poco de nuestra 'amiga' y 'guía' B.E.:-)¡Verás qué lecciones!
Ánimo y suave semana