Hoy hay clase
MUERTE Y RESURRECCIÓN DE KEYNES
Era la hora, la hora en punto de la 'clase'. El aula está abarrotada de gente importante. Entró, procurando pasar desapercibido y se sentó en una de las últimas filas. Y empezó la clase o lo que fuera. El profesor, perfectamente enchaquetado y encorbatado, micrófono en mano diestra y en la izquierda una erecta tiza blanca, comenzó a llenar el encerado de extrañas siglas que daban esta sencilla ecuación: D/g= C+ I+ G +Ex.
Poco a poco, las fue desglosando, con aplomo y seguridad, recordando la muerte de su autor, un tal Keynes. El asistente iba siguiendo como podía aquellas claras explicaciones sobre 'demandas globales', consumos, gastos públicos, exportaciones, luchando a brazo partido contra sus enemigos, a los que llamaba con nombres terribles de inflación, deflación, desempleo...
Pero de repente, señaló el año 73 y con él, anunció la muerte del tal Keynes. En este tejemaneje tan extraño para el oyente, se sacó de la manga otro gurú económico, de nombre Milton Friedman que dio vuelta a la tortilla. Y allá verías al conferenciante empezar a poner flechas arriba y abajo, sobre el 'consumo', 'intereses', 'gastos públicos' y demás cofrades. Y lo que Friedman había matado, resulta que llegado el 2008, resucitó de nuevo, porque las cuentas no casaban.
Como verán, demasiado bollo para un asistente que entendía y no entendía lo que, al parecer, estaba claro... Al final, después de tanta explicación, teóricamente nítido le quedaba en su pequeña cabeza, la gran incógnita: " Y si es tan clara la teoría... ¿Qué demonio/s, quién o quienes han puesto todo patas abajo?"
Salió en silencio de la sala, dándole vueltas a la cabeza y mascullando para sí: "estos misteriosos misterios no hay fulano que los entienda..." ¿O sí? La teoría está clara, lo que todo lo enfollonan siguen siendo los mismos: los ineptos y los que de verdad manejan el tinglado de las fórmulas y de la farsa.
-Última pregunta: ¿Para examinar esto y luego joderlo todo, hacen faltan 600 asesores?
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NOTA: Y digo yo, ¿para qué este hombre , o 'asistente', se mete en estos tinglados? De verdad que hay días que no lo entiendo. Espero que se le pasará y hablará de cosas algo más abordables DOUCE
Poco a poco, las fue desglosando, con aplomo y seguridad, recordando la muerte de su autor, un tal Keynes. El asistente iba siguiendo como podía aquellas claras explicaciones sobre 'demandas globales', consumos, gastos públicos, exportaciones, luchando a brazo partido contra sus enemigos, a los que llamaba con nombres terribles de inflación, deflación, desempleo...
Pero de repente, señaló el año 73 y con él, anunció la muerte del tal Keynes. En este tejemaneje tan extraño para el oyente, se sacó de la manga otro gurú económico, de nombre Milton Friedman que dio vuelta a la tortilla. Y allá verías al conferenciante empezar a poner flechas arriba y abajo, sobre el 'consumo', 'intereses', 'gastos públicos' y demás cofrades. Y lo que Friedman había matado, resulta que llegado el 2008, resucitó de nuevo, porque las cuentas no casaban.
Como verán, demasiado bollo para un asistente que entendía y no entendía lo que, al parecer, estaba claro... Al final, después de tanta explicación, teóricamente nítido le quedaba en su pequeña cabeza, la gran incógnita: " Y si es tan clara la teoría... ¿Qué demonio/s, quién o quienes han puesto todo patas abajo?"
Salió en silencio de la sala, dándole vueltas a la cabeza y mascullando para sí: "estos misteriosos misterios no hay fulano que los entienda..." ¿O sí? La teoría está clara, lo que todo lo enfollonan siguen siendo los mismos: los ineptos y los que de verdad manejan el tinglado de las fórmulas y de la farsa.
-Última pregunta: ¿Para examinar esto y luego joderlo todo, hacen faltan 600 asesores?
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NOTA: Y digo yo, ¿para qué este hombre , o 'asistente', se mete en estos tinglados? De verdad que hay días que no lo entiendo. Espero que se le pasará y hablará de cosas algo más abordables DOUCE
Comentarios
Desgraciadamente, está claro que el comportamiento de los "mercados" responde al pecado del avaro. Esos mercados están en muy pocas manos...¿dónde está la transparencia? ¿quienes son sus agentes?
Menos "economía" y más justicia y sentido común.
Y para acabar de completar la faena, los que tienen la responsabilidad y el deber de gestionar lo mucho o poco del dinero que les llega, fruto del trabajo y el sudor de los de siempre, se les va todo en palabras y palmaditas en el hombro a los compinches.
Pues sí: justicia, responsabilidad y un poco de sentido común no nos vendrían mal.
Que así sea... En su defecto, aquí nos tienen, entretenidos viendo dar patadas a un balón