Camino del frenopático
942… 901… MARQUE UNO, MARQUE DOS
Para cerciorarme de lo que acaba de pasarme y antes de ingresar en el frenopático más cercano, dejo aquí el preámbulo.
En primer lugar para verificar que lo que ha pasado coincide con la idea que servidor tiene del término ‘kafkiano’, me cercioro en el primer diccionario que tengo a mano y encuentro la siguiente definición “Kafkiano: [Cosa o situación] absurdamente complicada, extraña, como las que describía Kafka”.
Al ver que coincidía con lo recién sucedido, aplazo de momento el ingreso en el citado establecimiento. ¿Que la situación ha sido ‘absurdamente complicada'?, es cierto. ¿“Extraña”?, bastante, pero no tanto. Ya estoy acostumbrado de experiencias anteriores. De todos modos, de momento, ya no me hace dudar del todo de mi salud mental.
- Los hechos. Brevemente, porque si no, los posibles lectores pueden llegar a la misma conclusión. Quería una aclaración de la AEAT, vulgo Agencia Tributaria, para lo cual llamo a la Delegación de mi ciudad, su número empieza por 942, seguido de otras seis cifras. Me contesta un voz metálica femenina y me da hasta 7 opciones, entre las que escojo el 901 12 12 24 pensando que será la que me atienda. De nuevo aparecen las 7 opciones de marras, al final oigo un mensaje que me dice “para cualquier otra consulta, espere”. Espero pacientemente y me sale una voz y le digo lo que deseo. Para mi sorpresa la voz me dice que debo llamar al 901 12 12 24…. (¡¡¡!!!) “ Señorita, acabo de llamar a ese número”. Respuesta: “No, usted ha llamado al 942 etc.…” Niego la mayor y le digo a la señorita que acabo de teclear el 901 12 12 24 ( de infausta memoria) como se me había indicado. La señora, señorita... o lo que sea, insiste en que he llamado al 942... El diálogo de besugos, se repite, hasta cuatro o cinco veces alcanzando todos los tonos, modulaciones de voz, emociones in crescendo… Acabo colgando porque la adrenalina había alcanzado ya niveles peligrosos…
Empecé a dudar de mi mismo, llegué a pensar que no estaba en este mundo, que debía revisarme, tal era la aplastante réplica de la telefonista que a cada mi 901, ella me lanzaba el 942. Opté por llamar de nuevo al 901 de los cojones y después de haber marcado el 1 y no el 2, para indicar que hablaba castellano, que era el ‘auténtico’, que marcara mi DNI, que indicara una cifra y no sé cuántas cosas más , creyendo haber llegado al final del túnel “Uno-Dos”, “Uno-Dos”, “Uno-Dos”… oigo un pi, pi, pi, pi… Cosa que estuve a punto de hacerlo y enviarlo vía telefónica.
Casi un cuarto de hora de "uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; 942…. 901…; marque uno, marque dos…" ¡Por favor! Necesito alguien que me comprenda, alguien que me convenza de que todavía no es hora de ingresar en el manicomio, que soy medio normal, que no vivo en marte ni en jueves… (No, si ya digo: estoy empezando a desbarrar) ¡JAMÁS, JAMÁS DE LOS JAMASES se me ocurrirá volver a llamar por teléfono a esos números de tortura! ¡¡NUNCA!!
En primer lugar para verificar que lo que ha pasado coincide con la idea que servidor tiene del término ‘kafkiano’, me cercioro en el primer diccionario que tengo a mano y encuentro la siguiente definición “Kafkiano: [Cosa o situación] absurdamente complicada, extraña, como las que describía Kafka”.
Al ver que coincidía con lo recién sucedido, aplazo de momento el ingreso en el citado establecimiento. ¿Que la situación ha sido ‘absurdamente complicada'?, es cierto. ¿“Extraña”?, bastante, pero no tanto. Ya estoy acostumbrado de experiencias anteriores. De todos modos, de momento, ya no me hace dudar del todo de mi salud mental.
- Los hechos. Brevemente, porque si no, los posibles lectores pueden llegar a la misma conclusión. Quería una aclaración de la AEAT, vulgo Agencia Tributaria, para lo cual llamo a la Delegación de mi ciudad, su número empieza por 942, seguido de otras seis cifras. Me contesta un voz metálica femenina y me da hasta 7 opciones, entre las que escojo el 901 12 12 24 pensando que será la que me atienda. De nuevo aparecen las 7 opciones de marras, al final oigo un mensaje que me dice “para cualquier otra consulta, espere”. Espero pacientemente y me sale una voz y le digo lo que deseo. Para mi sorpresa la voz me dice que debo llamar al 901 12 12 24…. (¡¡¡!!!) “ Señorita, acabo de llamar a ese número”. Respuesta: “No, usted ha llamado al 942 etc.…” Niego la mayor y le digo a la señorita que acabo de teclear el 901 12 12 24 ( de infausta memoria) como se me había indicado. La señora, señorita... o lo que sea, insiste en que he llamado al 942... El diálogo de besugos, se repite, hasta cuatro o cinco veces alcanzando todos los tonos, modulaciones de voz, emociones in crescendo… Acabo colgando porque la adrenalina había alcanzado ya niveles peligrosos…
Empecé a dudar de mi mismo, llegué a pensar que no estaba en este mundo, que debía revisarme, tal era la aplastante réplica de la telefonista que a cada mi 901, ella me lanzaba el 942. Opté por llamar de nuevo al 901 de los cojones y después de haber marcado el 1 y no el 2, para indicar que hablaba castellano, que era el ‘auténtico’, que marcara mi DNI, que indicara una cifra y no sé cuántas cosas más , creyendo haber llegado al final del túnel “Uno-Dos”, “Uno-Dos”, “Uno-Dos”… oigo un pi, pi, pi, pi… Cosa que estuve a punto de hacerlo y enviarlo vía telefónica.
Casi un cuarto de hora de "uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; 942…. 901…; marque uno, marque dos…" ¡Por favor! Necesito alguien que me comprenda, alguien que me convenza de que todavía no es hora de ingresar en el manicomio, que soy medio normal, que no vivo en marte ni en jueves… (No, si ya digo: estoy empezando a desbarrar) ¡JAMÁS, JAMÁS DE LOS JAMASES se me ocurrirá volver a llamar por teléfono a esos números de tortura! ¡¡NUNCA!!
Comentarios
¡Qué desastre!
¡Qué tortura!:-(
Yo también me pongo de muy mala leche pero parece que no tenemos alternativa de momento. Buffffff. Como lo de las Telefonías pero con éstos hay que estar o sí o sí...
Por cierto, lo del Manifiesto que te comenté, lo voy a colgar en el blog.
Un saludín.
tecleas el número en cuestión en el buscador y, con un poco de paciencia y moviéndote por la página de resultados, encontrarás el número asociado al que tienes que llamar para que no te cueste un céntimo si tienes ADSL en tu casa.
El funcionamiento de "marque el...", etc, etc es el mismo, porque son el mismo teléfono, pero por lo menos no te dejas la pasta.
Y dosis de santa paciencia a raudales, por supuesto.
El número asociado al 901 12 12 24 es el 91 540 81 80 (información sobre devoluciones)
El 901 33 55 33, que es de información general, tiene asociado el 91 423 20 11
De nada. Bueno, si, son 10.000
Besos
¡Tooooomo nota! Y en breve te enviaré los 10.000 del ala.Por lo menos la tortura de 'marque uno, marque dos, teclee su DNI',etc. me saldrá gratis en dinero y muy caro en santa paciencia. De todos modos, antes de llamar a esa "Agencia Tortuaria" me lo pensaré mil veces.
(Aún la oigo: "ha marcado el 942,ha marcado el 942, ha marcado el 942...")