Brisa fresca para un caluroso verano
DEL BOSQUE FOR PRESIDENT
En toda esta ola de exaltaciones, exultaciones, honores, felicitaciones, entusiasmos y desenfrenos varios, han sonado hasta la saciedad, nombres como Villa, Iniesta, los Xavi, el Sergio correcaminos, Casillas y su reportera… Ayer sonó la melena y la cabezota de Puyol…Todo eran besos, abrazos, achuchones, hasta los Berrones han reaparecido y se han sacado una cosa que llaman ‘canción’ dedicada a su ‘paisanín’ de Tuilla, con una letra tan maravillosa como: “Villa, Villa, Villa MaraViILLA”. En un segundo plano, ha quedado difuminado un hombre tranquilo, como salido del Bosque del olvido. Por no saber, apenas se sabe que se llama Vicente de nombre, y aunque no es de Tuilla, nació en Salamanca y dentro de algunos meses alcanzará la sesentena.
Ha pasado por la vida, silencioso, sin apenas hacer ruido, con llaneza y modestia castellanas. No da voces, no hace aspavientos ni ‘maradonadas’ cuando sus pupilos meten un gol. Si en su equipo de toda la vida, necesitaban un ‘fontanero’, llamaban a Vicente, hasta que llegara cualquier 'celebridad' y él volviera al bosque de las sombras. Y si después de copas y de glorias, le daban la patada y a la calle, sin un mal gesto, recogía sus bártulos y se iba con señorío salmantino.
Así va por la vida, sin hacer ruido, entre la incredulidad y las dudas de muchos ‘expertos’, que ahora a lo mejor le pasan la mano por el hombro, después de haberle dado pataditas en ciertos sitios, y hasta le suben al podio del Triunfo. Ahora que ha conseguido lo que otros, más sueltos de lengua no lograron, tampoco saca pecho, ni pide cuentas. Sabe lo frágil y fugaz que es la Gloria, sobre todo en este mundo de pelotas, dineros, éxitos, emociones pasajeras y olvidos. Trabaja, ordena, consigue crear un clima de convivencia, intenta dar ánimos al deprimido, le protege, hace sus cambios sin mirar el dorso de la camiseta, ni su historia: unas veces acierta, otras no tanto. Sabe que al menor tropiezo le mostrarán la tarjeta amarilla, hasta la ‘roja’, encima de la mesa.
Pero no es por todo eso, por lo que el Náufrago ha querido dedicarle estas líneas a ‘Vicente de España’. Hay razones más importantes. Lo que ha hecho ha sido sin dar tres cuartos al pregonero, sin verborreas vacías, sin el clásico reproche de los políticos que dividen con el: “y tú más”. No tiene nada que ver con esos que están todos los días a la gresca, los que no saben unir, sino dividir, los que sin hacer nada, expertos en el arte de deshacer, proclaman no se sabe qué ‘victorias’. Los que llamados a tratar de lograr un ‘equipo’ que trabaje al unísono, a conseguir convivencias, se dedican a crear bandos y putiferios en los que cada cual tira para su lado.
Por todo eso, a él –el primero- y a sus muchachos, le debemos agradecer que desde su puesto hayan conseguido, al menos por unos días, un con-senso (sentir lo mismo) de millones que andaban por ahí, desperdigados, sin saber de dónde eran, ni quiénes eran los ‘suyos’, lamiéndose como podían sus decepciones, su desánimo, y sus dudas. ¿Encontraremos un Del Bosque, que sepa guiar y aunar al otro ‘Equipo’? Para la próxima campaña, si buscamos a alguien que sepa y pueda sacarnos de la segunda o tercera división a la que hemos descendido, necesitaremos un “Del Bosque for President”
- (Menuda mano le ha echado al que el próximo domingo se sentará en el palco, todo ufano y sonriente. Y no tendrá empacho, con ‘talante’, de sostener la Copa en las manos… No importa. Los que se lo han trabajado, se lo merecen y de paso darán una alegría a los que están soportando, derrota tras derrota )
Ha pasado por la vida, silencioso, sin apenas hacer ruido, con llaneza y modestia castellanas. No da voces, no hace aspavientos ni ‘maradonadas’ cuando sus pupilos meten un gol. Si en su equipo de toda la vida, necesitaban un ‘fontanero’, llamaban a Vicente, hasta que llegara cualquier 'celebridad' y él volviera al bosque de las sombras. Y si después de copas y de glorias, le daban la patada y a la calle, sin un mal gesto, recogía sus bártulos y se iba con señorío salmantino.
Así va por la vida, sin hacer ruido, entre la incredulidad y las dudas de muchos ‘expertos’, que ahora a lo mejor le pasan la mano por el hombro, después de haberle dado pataditas en ciertos sitios, y hasta le suben al podio del Triunfo. Ahora que ha conseguido lo que otros, más sueltos de lengua no lograron, tampoco saca pecho, ni pide cuentas. Sabe lo frágil y fugaz que es la Gloria, sobre todo en este mundo de pelotas, dineros, éxitos, emociones pasajeras y olvidos. Trabaja, ordena, consigue crear un clima de convivencia, intenta dar ánimos al deprimido, le protege, hace sus cambios sin mirar el dorso de la camiseta, ni su historia: unas veces acierta, otras no tanto. Sabe que al menor tropiezo le mostrarán la tarjeta amarilla, hasta la ‘roja’, encima de la mesa.
Pero no es por todo eso, por lo que el Náufrago ha querido dedicarle estas líneas a ‘Vicente de España’. Hay razones más importantes. Lo que ha hecho ha sido sin dar tres cuartos al pregonero, sin verborreas vacías, sin el clásico reproche de los políticos que dividen con el: “y tú más”. No tiene nada que ver con esos que están todos los días a la gresca, los que no saben unir, sino dividir, los que sin hacer nada, expertos en el arte de deshacer, proclaman no se sabe qué ‘victorias’. Los que llamados a tratar de lograr un ‘equipo’ que trabaje al unísono, a conseguir convivencias, se dedican a crear bandos y putiferios en los que cada cual tira para su lado.
Por todo eso, a él –el primero- y a sus muchachos, le debemos agradecer que desde su puesto hayan conseguido, al menos por unos días, un con-senso (sentir lo mismo) de millones que andaban por ahí, desperdigados, sin saber de dónde eran, ni quiénes eran los ‘suyos’, lamiéndose como podían sus decepciones, su desánimo, y sus dudas. ¿Encontraremos un Del Bosque, que sepa guiar y aunar al otro ‘Equipo’? Para la próxima campaña, si buscamos a alguien que sepa y pueda sacarnos de la segunda o tercera división a la que hemos descendido, necesitaremos un “Del Bosque for President”
- (Menuda mano le ha echado al que el próximo domingo se sentará en el palco, todo ufano y sonriente. Y no tendrá empacho, con ‘talante’, de sostener la Copa en las manos… No importa. Los que se lo han trabajado, se lo merecen y de paso darán una alegría a los que están soportando, derrota tras derrota )
Comentarios
Mejor, sin duda, la Reina.
Calladito y lejano está más mono y debería seguir la cosa cuanto más lejos mejor.
La Reina lo hizo ayer muy bien, al lado de un Blatter muy comedido que permanecía serio ante los aplausos reales... (Por cierto, paréntesis)¿Dó está nuestro Monarca?.
¿O esas cosas no deben preguntarse...?
Cuando a uno le meten el bisturí por según qué sitios, por muy bien que se lo hagan, necesita un tiempo de recuperación, aunque ese uno sea Rey.
Se pueden preguntar esas cosas, pero seguro que ni a tí ni a mí nos iban a contestar.