Sin palabras

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Estimado Náufrago, me vas a perdonar que deje de lado ese cartelón que será cosa tuya, tus problemas, perplejidades y hable de lo mío. Personalmente, y no te ofendas, y si te ofende me da lo mismo,  estoy ya harta  de que conviertas esta isla en eso que se parece más bien un 'Obituario' diario y no hablemos también de otras asuntos que a mí sí me interesan.

Te diré, que esta mañana, después del paseo y por casualidad, vieras lo que hace trece años mi casa y nos acercáramos a su puerta. En realidad  tenía una doble sensación. Por una parte sentí de nuevo la angustia los días que pasé allí hasta que tus chicos me seleccionaron  y me sacaron de aquel sitio donde me habían abandonado mis padastros....

La visita

Ya estoy aquí de nuevo, después de haber llenado la andorga, tan poco necesito mucho. Pues mira, como te decía, el acertarnos a ‘mi antigua casa’, por una parte apenas me acordaba de mi breve estancia, lo que sí me ha emocionado es ver a todos esos congéneres míos abandonados por sus dueños. Más de trescientos amigos míos viven  allí, felices, o al menos se sienten seguros y conviven con otros  canes como yo, que allí viven. Hay personas que gratuitamente se ocupan de ellos. Cuando nosotros llegamos  acudían a la hora de visitas y agradecían todas las caricias que les  hacían. Los más de trescientos caninos (¿debemos de nombrar también ‘caninas’ para que no nos riñan, las caninistas?) vivían en libre y amplia libertad. En las horas de recreo tienen libertad para correr por prados, subirse a pequeñas casetas, paseos. Cuando nosotros llegamos vimos, como a la hora de la manduca, iban en fila tras sus cuidadoras. Cada grupo se dirigía a su casita donde comer y descansar.

Los miraba con amistad canina, veía que estaban bien, pero no tenían los mimos que yo tengo. Conozco a mis congéneres, no protestan, se adaptan a cualquier sitio donde les acogen, es una democracia perruna donde no hay como eso a lo que haces alusión en ese  cartel que usáis los humanos… ¡Qué mal me suena esa palabra: ‘humano’, los que nos llamáis  ‘perros’, con desprecio!

Mis amigos from Miss Douce