De la ideología del odio, las caderas y la actualidad

PRELUDIO
Los jubilados además de no mirar el reloj, salvo circunstancias concretas, pueden dedicar sus horas a 'jubilar'. El Náufrago conoce algunos  pero nunca les ha preguntado qué hacen o dejan de hacer. Tampoco el de esta isla lo va pregonando porque a nadie le interesa un náufrago. Quizá su becaria es la que mejor distribuya su tiempo entre paseo y paseo que están cronometrados. 

 Uno de sus 'quehaceres' o 'quedisfrutas' es dejar de lado lo que cuentan los informadores de las radios y televisiones y sí escarba un poco en las prensas digitales aquellas 'noticias' que no son nuevas, sino muy antiguas porque los humanos cambian un poco por fuera, pero por dentro, siguen siendo humanos. 

 Hoy lo ha comprobado: La ideología del odio, viene ya desde Caín, mira si será antigua. Lo que ocurre es que en lugar escupir en directo lo envían a través de los ordenadores. Si los fariseos se escandalizaban y apedreaban a las que ellos llamaban prostitutas, ahora son todos los 'Hermanos musulmanes, cristianos y demás familias', que no consienten que les canten las verdades meneando las caderas. Por otra parte hay periodistas reconocen la verdad: "la actualidad es algo que inventan los periódicos", y es que la 'actualidad' es otra. 


La ideología del odio se traslada a los ordenadores

No hablemos de saqueo. Si nosotros les damos por el saco, ellos nos dan pel saco. Dar por el saco es un eufemismo de dar por el culo, de ojalar. Lo que ocurre es que el saqueo ahora no se hace con espadas y cuchillos, sino con cuentas opacas."


Sama Al Masri
"Las huestes más entusiastas han proclamado a Sama, una
despampanante bailarina de danza oriental, como la auténtica oposición a los islamistas. Su bamboleo de pelvis resulta imbatible en la bancada contraria al presidente egipcio, Mohamed Mursi. Para desgracia de los Hermanos Musulmanes, el videoclip que Sama subió a la Red en diciembre se ha convertido en un fenómeno viral. Cientos de miles de internautas se han rendido a la melodía contagiosa de Las caderas no mienten. En tres minutos, la treintañera no deja títere con cabeza: A los Hermanos y sus piadosos aliados les dedica lindezas tales como «matones», «ladrones», «terroristas» y «mercaderes de la religión»
.



FOTO: Alberto Cuéllar

"Enric González conoce mejor las calles de Londres, París, Nueva York, Washington, Roma y Jerusalén, ciudades en las que ha ejercido de corresponsal, que los pasillos de la redacción de este periódico en Madrid.

R.- Con sus defectos, EL MUNDO es lo más parecido a un periódico de lo que se hace en España.

P.- ¿Cómo es ese periódico ideal?

R.- Hay tensión y no sólo se preocupa por la actualidad -la actualidad es algo que inventan los periódicos, que en realidad no existe-, sino que se preocupa por la noticia, por contar cosas que lea la gente y diga: '¡Joder, qué barbaridad!'. La función de un periódico sería, más o menos, tocar los huevos.
...

P.- Antes de entrar en opinión, ¿qué le preocupa?

R.- Quizás por el síndrome del nuevo rico, por las tensiones territoriales históricas, por la gente... Creo que España ha perdido de vista el lugar donde está: el trabajador perdió de vista que era un trabajador. Colectivamente, en este país nos embarcamos en un delirio que ahora tiene consecuencias, como la corrupción, que está entre las graves".



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