Las pequeñas grandes cosas de la vida


UN CERTAIN SOURIRE

Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente,
pero sólo quince para sonreír.
Swami Sivananda

Esta mañana el Náufrago se encontró en la calle  con un viejo amigo que se conocían desde la infancia. Cuando se encuentran aún usan el mote del colegio: Vitavana y Tarili. Si digo la verdad el Náufrago, “Tarili” y “Vitavana”, el amigo, no conocíamos todavía bien el porqué de esos apodos. Quizá lo de Tarili porque  entonces, ahora también, el Náufrago  ha sido siempre un tirillas.

Motes, seudónimos o alias, era una prueba de estima. Hablando y preguntándonos de nuestras vidas y sobre todo de nuestras ‘averías’, acabamos hablando de  alguno de los ‘agujeros’ que hace la vida. El Náufrago le contó dos o tres ‘agujeros’, más bien dos y Antonio (Vitavanas)  confesó que venía de una de esas ‘diversiones’ relacionadas con la 'memoria'. Tenía cita con la doctora y como otras veces se encontró primero con la recepcionista. Él, normal, iba un poco preocupado  porque a veces no le viene alguna palabra que tenía a la punta de la lengua, cuando él siempre había sido fácil de palabra. A ciertas edades pierde uno su locuacidad y el Náufrago lo comprende, tiene alguna experiencia.

Pero vayamos al grano. Contaba que había salido más ‘tranquilo’ por las sonrisas de la recepcionista que por  los tests y las recomendaciones correspondientes. Por cierto la anterior ‘Doctora’ ya no estaba en el Centro. Debía haber volado a centros superiores.Con la nueva tuvo que repetir su ‘curriculum’ y no sentía la misma confianza que había ya adquirido ya con la primera .
Lo último que contó al Náufrago es que había salido más ‘curado’ de la consulta por las tres sonrisas amables de la recepcionista al entrar, al señalar que pasara a la  consulta y en la despedida. Tranquilo me decía: Ni el test, ni el repaso del historial, las recetas y las pruebas que debería presentar en la siguiente consulta me dejaron tan satisfechos

Sonreímos los dos y como nos conocemos, comprendimos que la medicina mejor son tres pastillas de sonrisa y una mirada amiga.

Comentarios

PENSADORA ha dicho que…
¡Exactamente!

Cariño, amabilidad, ternura... sonrisas... son las mejores medicinas.
Douce ha dicho que…
Son 'medicinas' que desde hace millones de años, han sido la mejor medicina.

Hasta los animales lo saben.

Me llamo 'Douce' y lo sé por experiencia. Me 'sanan' y lo devuelvo multiplicado por X.

Gracias

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