Manuel Alexandre (1917-2010)
IN MEMORIAM
Manuel Alexandre, en el recuerdo: El Náufrago guarda para sí, las propias palabras del actor, su voz, sus imágenes. Son su mejor glosa: Hemos perdido un hombre, un actor, una sonrisa, una Persona.
Las mujeres.
La voz.
Manuel Alexandre, en el recuerdo: El Náufrago guarda para sí, las propias palabras del actor, su voz, sus imágenes. Son su mejor glosa: Hemos perdido un hombre, un actor, una sonrisa, una Persona.
La profesión.
«Yo he trabajado mal muchas veces. Cuando no me gusta el trabajo lo hago mal. Para poder trabajar bien, me tiene que gustar el personaje y esas cosas. En 312 películas que he hecho, imagínese lo que he tenido que hacer que no me gustaba nada y que sólo hice por la mala costumbre que uno tiene de comer. La palabra secundario es un insulto. Alguna vez conseguí que les llamaran 'de reparto'».
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«Teniendo yo en tan alto concepto a las mujeres y que me gusten tanto, ser mujeriego es un elogio. La mujer que usa su atractivo hace bien, nos ha 'jodío'. No lo va a tirar. Ser un viejo verde si ellas quieren es para darle las gracias a la Providencia. Los grandes platos que yo he comido han venido recordando a dos o tres mujeres de mi vida. Mi madre, mi abuela... Las he querido luego repetir, pero nunca he tenido esa suerte».
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La vida.
«Yo he tenido muchas edades. Y según eso, he sido una persona distinta. El ser humano cambia mucho con el uso. Yo no tengo nostalgias, porque no he creído nunca en lo que he estado viviendo. Si no tienes cariño o calor por lo que estás viviendo, cuando pasa no se queda luego en ti. Yo soy muy despegado de lo que he vivido, pero mucho, mucho, mucho. En definitiva, vamos en brazos del azar».
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«Mi voz no es vibradora, mi voz es grave natural. Cuando me dijeron que no podía hacer el género teatral que me gustaba, drama y tragedia, me dieron el disgusto más grande de mi vida. Mi profesora de declamación me dijo que por mi figura y mi no altura tendría siempre papeles cómicos. Pero yo pensé que si tenía que hacer de actor debía arreglar algo con la voz. Y entonces me inventé una voz cómica».
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Dios, el futuro y los bancos.
«Nunca entro en lo religioso ni en lo político. Soy totalmente arreligioso y apolítico. Me cuesta mucho trabajo comprender, y ése es uno de los dolores que tengo en la vida: no poder creer en el mundo religioso. El que tiene fe tiene un privilegio. Yo no. Repecto al futuro, todo lo que yo espero es tener salud. Sólo me interesa eso. Y de los bancos, qué decir: siempre que le pido dinero no me lo dan».
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Crisis y prensa. «La crisis es mentira. está muy claro. Es uno de los muchos inventos de los centros de la dirección del mundo para sacar un nuevo beneficio. No me creo nada. Con la prensa también tengo una relación extraña: si no fuera actor y un agente no me hubiera convencido de que eso de las entrevistas es necesario no haría ninguna. La verdad es que leo muy poco los periódicos. Ni siquiera cuando aparezco». /
Rafael J. Álvarez (El Mundo 13/10/2010)
Comentarios
Un bonito homenaje, Náufrago. Seguro que en algún lugar ha sonreído.
Hay personas que sin conocerlas personalmente transmiten una sensación de bonhomía, de simpatía y de ternura que resultan contagiosas. Sus problemas, que los tendrán, quedan para la soledad y el silencio.
Sólo el mirarle,aunque ya no esté en carne y hueso, sigue comunicando con esa sonrisa tan suya, al tiempo que resuena esa voz tan peculiar.