Maitines

- Vamos a ver, señorita Douce ¿me puede usted explicar su conducta de esta mañana durante el paseo matutino?

- ¿Cómoooorrr? ¿ A qué viene ese tono policíaco-profesoral? ¿Desde cuándo me ‘usteas’, si siempre me tratas de tú. ¿Me puedes repetir la pregunta como Dios manda, para que pueda contestarte?

- Me refiero, Douce querida, que a qué se debe que esta mañana, domingo 18 de marzo, cuando ya regresábamos a casa y yo te esperaba en el portal tú, 'motu proprio' , a pesar de mis llamadas insistentes, te fuiste al jardín a rebuscar no sé qué entre los ligustrum y las hortensias.

- Uy, uyyy, uyyyy! ¡Qué domingo tenemos! ¡Y qué rebuscado te me presentas! Casi no te entiendo nada. En primer lugar porque yo no tengo ‘moto’ propia , ni prestada, me sobran mis cuatro patas. En segundo lugar como no me expliques lo del ‘ligustrum’ , te puedo dar un ‘disgustum’. Así que baja el diapasón , so pedante, y háblame en cristiano vulgar, y no en latín que pareces preconciliar ( me refiero al de Trento).

- Noto en tus ‘respuestas' (?) cierto tono de recochineo y hasta de ligera insolencia, pero voy a contestarte, guapita cara. Primero yo no he hablado de ninguna ‘moto’, ni he pretendido venderte ninguna. Quería decir, que por qué en lugar de entrar en casa, como haces todos los días una vez terminado tu paseo y tus ‘urgencias’, te fuiste a inspeccionar el seto, escarbando, manchándote las patas, buscando no sé qué.

- Concretemos. ¿ O sea que el ligustrum ése , tío cursi, es el seto?. ¿Por qué no lo llamas por su nombre.

- Pues porque cuando en la comunidad de vecinos, donde hay mucho ‘ingeniero’ agrónomo, se habló de poner el seto, los ‘entendidos’ no hacían más que hablar del ‘ligustrum’ y sus variedades, en lugar de llamarlo aligustre que debe ser su nombre vulgar, y yo no entendía ni papa. Desde ese día cuando quiero probar los conocimientos de otros ‘entendidos’ o hacerme el interesante lo llamo así. Y no me hagas soltar eso de :

“Arbustos o arbolitos caducifolios o siempre verdes, en ocasiones semicaducifolios, con las ramillas a menudo lenticeladas. Hojas opuestas, simples, cortamente pecioladas, enteras, de consistencia más o menos coriácea. Inflorescencias en panículas...”

- ¡Bastaaaaa! Por una simple licencia que me he tomado , no merezco este castigo. Prefiero cualquier otra cosa. Te voy a contestar brevemente y por derecho, rebuscao, y espero que me entiendas.

- Ya te he cantado alguna vez esa canción de Mari Trini: “Yo no soy ésa que tu te imaginas / una señorita tranquila y sencilla / que un día abandonas / y siempre perdona esa perra, sí, no; esa no soy yo”.

- ¿Insinúas que yo te he abandonado alguna vez?

- ¡Qué cortito, por Dios! ¿Tú sabes lo que es el ‘espíritu’ y la letra , que dicen los 'exégetas'?Pues aplícate el cuento y no lo tomes al pie de la letra, sino a la cabeza del espíritu. Lo que he querido decir es que de vez en cuando puedo hacer un poco mi santa voluntad perruna sin que eso sea ningún crimen. Lo he hecho porque me apetecía y no necesito darte explicaciones , ni tú tienes derecho a pedírmelas. ¿Somos una pareja de hecho o no?

- Lo somos, así lo entendemos y así funcionamos.

- Pues entonces no me vengas con 'capitulaciones matrimoniales’. No hay cosa qué más destruya una relación como la nuestra que cuando uno de los dos empieza a pasar facturas, y sacar la libreta de ‘servicios prestados’.

- Vale, lo tendré en cuenta. Voy a reflexionar sobre lo que me has dicho.

- Anda, no reflexiones tanto, don Reflexiones, y compórtate con naturalidad. ¿ Un achuchón? :-)

- Venga.

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