El caldito de Raúl

DESAYUNO MATUTINO

El Náufrago  “socializa” con gente a la que no conoce personalmente pero a los que lee y  se preocupa por gente con quien desayuna cada día. Me refiero a algunos de esos señores que escriben en los papeles. Desde hace unos días no podía 'charlar” con uno de esos comensales. Hace diez días acudió a su cita matutina contando 'El ruido de la calle” y el de una sirena de una UVI móvil que le llevaba a una clínica. Después de esa visita, volvió al silencio.

El Náufrago se sentía entre preocupado y deseoso de tener alguna noticia. No era tanto por el periodista, el tertuliano, el escritor,  el “reportero” de la calle, que también. Se interesaba por el hombre. Llegado a estas edades, los problemas de  los  “quintos”, los colegas comprenden y se interesan por ellos, por el “caldito”, los 'no te muevas”,  'tranquilo”,  “cómo te encuentras”, “¿has tomado la pastilla?”...

Hoy, al volver al rincón  abandonado, se alegró al ver que por lo menos había una columna. Se fijó y encontró por lo menos algo que le sirvió de alivio de tanta incertidumbre. La ocupaba un colega que daba cuenta del “viajante” que le ha encargado  de «que le regara las plantas y diera de comer al gato»

Empezaba así su “abordaje»
***

David GISTAU

"Raúl está en boxes. Supongo que aburrido con los calditos, apetente de ruido y de teclado, de fauna humana a la que exprimir el folio como quien le roba el alma a un indio con una fotografía. Como si un amigo que partiera de viaje me hubiera pedido que le regara las plantas y diera de comer al gato, a mí me corresponde mantenerle caliente el espacio. Hasta que él regrese, socarrón y melenudo como uno de esos reporteros de la dolce vita que se apostaban en la Via Veneto para saltar dentro del primer descapotable que parara y así dejarse arrastrar por las corrientes del acontecimiento".

Comentarios

María ha dicho que…
A veces, en nuestro día a día JULIO, nos sorprendemos cuando de pronto alguien que aparecía como una figura abstracta, fría, lejana... a veces en forma de voz en la radio, a veces en forma de columna periodística, melodía, serie, película e incluso mucho más fácil, una cara que nos sirve el café, una mano que nos cobra el peridiódico, o alguien que al abrir la puerta nos entrega la correspondencia... de pronto, cobra dimensión humana, cercana, pasa a tener gestos y sin saber como pasa a formar parte de esa fauna animada que te acompaña en la vida, sea de la forma que sea...

Creo que esto ( por lo que te he leído) es lo que te ha ocurrido a ti con Raul del Pozo. Después de leerlo en abstracto y sin cara, un día te cuenta que está malito, que tiene miedo y le ves de otra forma, de verdad cerca, sintiendo su angustia, agradeciendo que tenga la valentía de contártelo, que te haga su confidente, sabiendo que desde ese justo momento, ya no será un columnista cualquiera de un periódico al que lees... ya forma parte de tu zoo particular y pasas a ver cómo está y te agrada saber que está bien, que tiene amigos que le riegan las plantas y cuidan de su casita mientras él se recupera y te repanchingas en tu sofá al lado de DOCE y te dices: ¡¡cuánto me alegro que estés bien, RAUL!!:-)

Lo que no sabe RAUL, es que además de tener a David Gistau regando sus plantas, tiene la grandísima suerte de tener a un JULIO de apellido náufrago, sonriendo en su casa porque todo le va bien y aunque él no le escuche gorgea por ello contento como un jilguero... yo sí que te he escuchado JULIO ... si veo a RAUL por ahí... se lo contaré... segurísimo que te escribiría encantado una columna enterita cuando vuelva y la llenaría de peritas en vez de pájaros.... los perros también gorjean:-)



Un beso grande y ... yo también me alegro.



Feliz día ¿ya dejó de llover en Cherburgo... aquí está... a puntito de volver a comenzar:))
María ha dicho que…
jajajaja peritas... y manzanitas... aaaaaay perdón... ya estamos como siempre jajajaja quería decir peRRitas... ya sabes... en fin, no más nada que decir, sorry:-)
Douce ha dicho que…
María, debo decirte que has sabido contarlo mejor que yo, con muchos más matices que al leerlo los reconocía. Es cierto, que a veces, sin apenas darnos cuenta, a diario, encontramos toda esa gente que dices y nos hace amable y humano el día y a lo que echamos de menos si desaparece de nuestro mini mundo más cercano.

Algo de eso me ha ocurrido con Raúl del Pozo a quien seguía unas veces no convenciéndome y otras más cercano, o simplemente leyendo sus metáforas y su pluma. Su confesión elegante hasta “poética” de sus males, no mínimos, sonó como un aldabonazo y como dices ese gesto “cobra dimensión humana, cercana”. Eso es lo que ha ocurrido con Raúl, ya no es el periodista, el escritor, el columnista, es un hombre de 76 años que tiene problemas cardíacos, le han “cateterizado” y debe cuidarse. Pasar los días y no ver su pluma le preocupaba sin tener noticia de cómo seguía. La voz del que se ha hecho cargo del “abordaje”, su tono discreto y cercano, adornándolo también con una bella literatura, me ha confortado. A veces, no hay nada más intrigante que el silencio y David ha sabido hilvanar los “ruido de la calle” por donde paseaba Raúl en busca de su voz de cada día.

El leer tu reflexión me ha gustado porque has expresado muy bien lo que sentía y he reconocido impresiones que sentía pero que no las había expresado. Me alegra que te hayas unido a estas sensaciones.

Y hablando de lluvias pues debe haber llegado de tu mano: el cielo está encapotado, el clima está suave y la lluvia, si no es “pertinaz”, resulta hasta agradable si no se empecina en continuar.

Desde la isla te enviamos nuestras sensaciones agradables y agradecidas por compartir lo que sentimos.
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P.D. No te preocupes que también hacemos de esas cosas. Además es cierto que hay "Perritas, peritas en lunas" y muchas cosas más.

Buenas tardes/noche

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