Disfrutando bajo la lluvia

LOS PARAGUAS DE CHERBURGO

- ¿Qué toca hoy?

- Hola, Douce, no te había visto. Estaba repasando las fotos que sacamos el domingo bajo la lluvia.

Saludando al 'verano', bajo la lluvia
- Dirás que “sacaste”, porque cuando empezó a llover un poco más, me metiste en el coche y tú te fuiste a sacar “esas” fotos.

- Tienes razón Douce. Pero comprenderás, porque eres inteligente, que no voy a sacar algunas fotos sujetándote a ti, sosteniendo el paraguas y encima enfocar a la cámara.

- Lo entiendo, a medias y te lo perdono, porque primero me paseaste a mí y luego me dejaste en el coche y te fuiste por un momento a ver una exposición y encima 'cazar instantes”.

- Celebro que lo entiendas, me quitas un pequeño peso de encima, pero como viste no te dejé sola mucho tiempo. Vi la exposición de Pepe Hierro, un poco deprisa, pensando en ti.

- Vale, dejemos las explicaciones y cuéntame qué tienes entre manos.

"La mano de Pepe Hierro"
- Te lo cuento. Como sabes era una mañana lluviosa de domingo. Una lluvia fina, que apenas mojaba y a ratos cesaba. Tenía un encanto especial: la temperatura era suave y muy poca gente paseaba por el malecón. Algunos dueños y dueñas con sus perros, algunas parejas, y esos valientes que se ponen pantalones, chubasqueros y desafían a la meteorología... Había también visitantes que esperaban la salida de las lanchas - vulgo 'Las Pedreñeras” - que cruzan la bahía.

- Todo eso lo sé, lo que quiero es que me enseñes esos “instantes” que yo no vi.

- Estaba en ello. Esto que ves aquí. Lo titulé «Los paraguas de Cherburgo»

- ¡Ya salió! A mí me hablas en cristiano. No he estado en Cherburgo.

- Yohe estado cerca. Pero lo del título se refiere a una vieja película, muy vieja, tan vieja que casi hace cincuenta años que la vi y me empapó de aquel lluvioso puerto normando.

- ¿De nuevo la nostalgia?

- Pues mira, Douce, si llamas “nostalgia” a algo lejano que de pronto se te presenta, si recuerdas una canción, una historia dulce pero algo triste como “Les parapluies de Cherbourg». Pues vale, si de nombres y momento se trata. Le puse ese nombre porque casabacon las fotos, la bahía y un grupo de personas que saludaban con sus sombreros al solsticio de verano. Aquel grupo de mujeres, hombres y niños que recibían al verano de esa guisa me trasladaba a tiempos que yo no había conocido, pero que tenían un sabor especial, bajo la lluvia.

- Menos mal que no me has dicho que también viviste la “Belle Époque”.

- ¿De guasa? No, simplemente, perrita que sonríe.


Comentarios

Entradas populares