Douce: el elixir de mi juventud
CANES Y HUMANOS
Ayer...Hoy |
Nunca
acabaré de entender a los humanos. Se
complican la vida y de paso pretenden que nosotros hagamos lo mismo. Desde hace
ya unos días - en su ‘calendario’ el año pasado - se comentaba en casa que mi
pelo había crecido demasiado y producía ‘alergias’ que no sé qué es. Yo me
callaba, no decía nada y esperaba que
pasara el invierno con mi abrigo de pieles que es lo que yo uso.
Esta mañana,
sin previo aviso, comunicaron al
Náufrago que tenían hora para mí en ‘Bonnie & Clyde’, mi peluquería.
Y ahí me tienen a mí camino de la 'pelu', algo que me repatea. Trataba de hacerme
la remolona, pero ni por esas: mi papá tiraba de la correa y yo me detenía a
oler en cualquier trozo de hierba que encontraba. Por fin entramos en la ‘Chez B&C’ que además de pelu, es ‘centro
de estilismo canino, boutique, spa y hasta gabinete psicológico’. De todo esto último
me he enterado hoy cuando a la vuelta el
Náufrago rebuscaba este sitio por Internet. Si llego a saber que ‘B&C’ es todas esas cosas me doy la
vuelta, porque me he sentido muy pija. Que me corten el pelo, pase, pero yo no
necesito ni talasoterapia, ni ozono, aromaterapia y demás gilipolleces… Llevo
diez años yendo ahí, cuando aún era una sencilla peluquería y ahora me entero
que hay todas esas cosas que yo no uso. Dicho esto, he de ser sincera. Siempre
me han tratado muy bien, me quieren mucho y
me dan chucherías cuando termina la sesión.
Aquí estuve yo esta mañana |
Cuando llegamos yo hacía todo lo posible para escabullirme. Estaban
haciendo cucamonas a otra perrita y yo me impacientaba porque ya que estábamos
allí quería que la faena empezara y terminara lo más pronto posible. Por fin la
chica que me atiende me cogió, me llevó para dentro y mi papá se volvió para casa. Una
vez que ya estoy dentro en la 'sala de operaciones' me porto bien y me dejo que me laven, me masajeen, corten mi pelo, me echen una cosa que huele muy bien y todo eso.
A la hora establecida volvió el Náufrago y yo salí contenta.
No hacía más que dar vueltas por la boutique, recibía los palitos que siempre
me dan por mi buena conducta y mientras mi papá cumplía con su papel de pagano
yo mangué una chuche que me entretuvo un buen rato. Terminada de abonar la
dolorosa volvimos a casa. No sé por qué pero yo me sentía más joven, más viva, con
más ganas de jugar… Quizá porque había
terminado la ‘operación’ y me sentía de nuevo libre.
De todas las maneras debo añadir un apéndice. Nunca
terminaré de entender a los humanos. Me parece muy bien que nos traten bien,
que nos den cariño y lo poco que necesitamos para vivir felices. La cantidad de
arrumacos, adornos, utensilios que veía en la ‘boutique’, me daban a entender
que se creen que somos tan idiotas como ellos a la hora de consumir y ‘necesitar complementos’ como los suyos: ¡Que
somos ‘PERROS’, coño! No maniquíes de pasarela. Así les va.
(En este momento pensaba en otros congéneres que pasan hambre, que son maltratados, abandonados, sacrificados y nadie se preocupa de ellos. Esto me pone muy triste)
Comentarios
Sospecho que vive cada momento, da y recibe mucho cariño, con muy poco se siente feliz...Ese debe se su secreto y lo contagia.
Ya veo que tienes nuevos 'proyectos'... Eso también rejuvenece por dentro.
Feliz año,
Una guauuu cariñoso
A mí también me da pena pensar que otros animales lo estén pasando mal. El otro día mientras compraba comida para Lúa, el dueño me dijo que había una gata esperando su comida fuera, en la calle. El dueño es generoso, buena persona, y al ver la gata embarazada se encarga de darle comida. También me comentó que muchas clientas alimentan gatos callejeros.
Lúa es mayorcita y antes se alimentaba como nosotros de la comida que ofrecen los supermercados. Ahora, necesita otro tipo de cuidados. Les dije que tenía comida que ella ya no puede tomar, que no había encontrado gatos callejeros por el barrio y enseguida me dijo que se la llevara que ya se ocuparían ellos de repartirla.
Lúa también estaba perdida en la calle cuando la encontré, y era muy chiquitina. Es agradable encontrarse con personas dispuestas a ayudar a los animales.
Miaaaaaauuuuuuuu!
Desgraciadamente hay todavía muchos como esos amigos tuyos de los que se ocupan gente como el tendero que te surte de comida especial. Yo también como tarrinas blandas porque hace poco me sacaron algunas muelas, pero me lo paso pipa. Ahora mismo acabo de cenar y siempre celebro cada post-comida revolcándome de gozo por las alfombras:-)
Los míos se ríen de esa ceremonia pero no me importa. Ellos también podrían hacer lo mismo cuando llenan la andorga. No saben agradecer 'el pan nuestro y las lentejas de cada día';-)
Por cierto , esta mañana ví un
"Calcetines'cerca del jardín pero estaba del otro lado de la verja y sólo nos miramos. En realidad me miraba él más que yo, pero no hizo nigún 'gesto' de aviso.
Un guauuu caiñoso, 'Lúa'.