Noche de Reyes
LA MOTOCICLETA PAYÁ
"Motocicleta sidecar PAYÁ" regalo de los Reyes |
Eran
tiempos de frío, camilla y brasero, jugando al parchís u oyendo la radio. Eran
tiempos de belenes con pastores de cartón, ovejas de barro con patas de
alambre. Eran las vísperas de deseos
sencillos donde las niñas soñaban muñecas y los niños juguetes de hojalata y
cuerdas de aluminio. Niños y niñas se acostaban más temprano porque las noches
eran largas y no había televisiones, ni cabalgatas… Se iban a la cama calentada
de antemano con el calor del brasero y soñaban inquietos. Debían hablar bajo, y
no hacer ruidos para que los camellos no se asustaran y pasaran de largo.
Él no
comprendía cómo subirían y entraran por
la ventana y depositaran los regalos al lado del belén donde había dejado sus mejores
zapatos que eran los únicos. No había elección previa porque eran los Reyes Magos los que debían elegir y
repartirlos entre los seis de la casa: tres niños y tres niñas de los que él
era el mayor, pero no el primero en ser servido, porque para eso el mayor era el último servido.
Aquel
año de racionamiento y estraperlo no sabía qué le dejarían esos Reyes, más bien
pobres. La culpa no era de ellos sino de los tiempos que eran duros. Repartir
entre seis requería mucho tacto y medida y no podía ser igual que a Alfonso, el
hijo único del piso de arriba al que siempre le regalaban hasta balones de
cuero y botas de fútbol que luego, algún día, se las dejaría con advertencia de
que se
las cuidara.
Cuando fue 'millonario' |
Aquel
año, se despertó el primero, serían las siete de la mañana. Se dirigió a la
‘habitación grande’ donde dormían sus padres. Miró a sus botas y vio una caja de cartón, la abrió y apareció
un motorista, casco amarillo, chaqueta roja y pantalón a juego con su casco. Al
lado, en el sidecar un señor de gorro blanco, chaqueta amarilla tocando una
trompeta. No sabía muy bien qué significaba, sólo se fijó que tenía una ‘llave
mariposa’ que dándole a la manivela de la rueda trasera se disparaba algunos
metros hasta que chocaba contra algún mueble o la pared. Más tarde cuando
saliera a la calle y ver con un poco de envidia las botas y el balón de
Alfonso, el vecino de arriba, él no paraba de darle la cuerda al motorista
hasta que el ‘motor’ de ruedas dentadas y muelles saltaba. Entonces sólo las
manos, de rodillas en el suelo, con su pantalón corto haría manualmente las
carreras…
Muchos
años después, ya ‘millonario’ en deseos, junto a la motocicleta, otros 'reyes' le
fueron dejando camiones, coches de todos los tipos, barcos, avionetas,
tiovivos, tranvías… en busca del paraíso perdido.
(Luis Figuerola-Ferretti)
Comentarios
Feliz día de Reyes Douce.
Para eso además de reyes, son 'Magos'
Gracias , 'Lúa'.
¿Quién lo sabe? A lo mejor te encuentras una sorpresa cuando menos lo esperas.
El Náufrago ha recibido cosas que no les había 'pedido':-)
Feliz día real y mago.