'La realidad inversa'
DEL 'RETROVISOR' A LA CAVERNA DE PLATÓN
El Náufrago leía esta tarde la reseña de un libro. El título “La realidad inversa”, autor Joaquim Maria Puyal, “periodista desde siempre”. En él habla de "La televisión que filtra la realidad sin perder la idea de negocio”. De alguna manera se podría trasladar a los distintos medios, según los recursos de que disponen cada uno de ellos. Hoy, por ejemplo reflexionando comprobó cómo cada periódico, de acuerdo con los intereses de la empresa que paga a sus periodistas y cómo estos siguen, más o menos, las directrices de los que ponen la pasta. Bastaba ver cómo aparecían las portadas, eligiendo y presentando ‘sus’ noticias de acuerdo con sus intereses.
Confección: DOUCE |
Pero sigamos con la ‘Realidad inversa”. “Las televisiones lleguen a cada hogar, a cada dormitorio, introduciendo mensajes, enviando contenidos e incidiendo por su fuerza, insistencia y penetración constante en las reacciones o el comportamiento o manera de vivir o voto de esas personas" El ejemplo que pone para describir el funcionamiento de este artefacto que llamamos ‘Tele-Vision’, no es nada nuevo. Lo que llama efecto ‘Retrovisor’ es similar a lo que Platón ya había descrito en el ‘Mito de la caverna’, hace veinticinco siglos.
En su libro Puyal dibuja así la situación: “La televisión es como el retrovisor de un coche. Ese pequeño rectángulo por el que el conductor ve la realidad. Pero el problema, es que ese rectángulo recorta la realidad y sólo da una visión limitada. La televisión filtra, sólo nos da una parte, un mensaje adaptado y recortado pensado para que cale en la audiencia, pero sin perder la idea de negocio».
«Cuando vamos en el coche y viene detrás una ambulancia, desde nuestro retrovisor leemos ambulancia, pero sin él, la palabra que vemos es "aicnalubma" –título de su versión en catalán-. Aquí entra en juego la importancia del telespectador, que tiene que ser restituido como el eje principal de la industria televisiva en detrimento del negocio».
Platón en su ‘Caverna”, nos enseña algo parecido: 'Nos habla de la existencia de unos hombres que desde su nacimiento se encuentran atados de piernas y cuello, en el interior de una oscura caverna. Prisioneros no sólo de las sombras oscuras propias de los habitáculos subterráneos, sino también de su campo de visión, de manera que tienen que mirar siempre adelante debido a las ataduras sin poder nunca girar la cabeza. La luz que ilumina el antro emana de un fuego encendido detrás de ellos, elevado y distante.
Titulares DOUCE |
Nos dice que imaginemos entre el fuego y los prisioneros un camino elevado a lo largo del cual se ha construido un muro, por este camino pasan unos seres que llevan todo tipo de objetos o figuras que los sobrepasan, unos con forma humana y otros con forma de animal; estos caminantes que transportan objetos, a veces hablan y a veces callan. Los cautivos, con las cabezas inmóviles, no han visto nada más que las sombras proyectadas por el fuego al fondo de la caverna -como una pantalla de cine en la cual transitan sombras chinas- y llegan a creer, faltos de una educación diferente, que aquello que ven no son sombras, sino objetos reales, la misma realidad'.
Para nuestra desgracia, sin darnos cuenta, hay muchos ‘prisioneros’ sin ver la ‘Realidad’
Comentarios
Yo creo que todos porque estamos sesgadísimos.
Quien más, quien menos, estamos presos en la caverna de lo 'artificial' sin haber logrado ver otras 'realidades'.
Es cuestión de desatarnos de las muchas cadenas de las que aún no nos hemos liberado.
¿Demasiado filosófico? Probablemente. Pero algo de eso es cierto.
Tranquilos sueños