Douce y las pequeñas cosas

"La felicidad es una serie de momentos acumulados
que van recargando nuestra batería vital
y hacen que la vida sea más agradable.
¿Cuánto hace que no nos paramos y miramos al cielo?"
Antonio San José

Las pequeñas cosas de la felicidad

Esta tarde, estaba el Náufrago leyendo cuando de pronto Douce, la becaria, dio por terminada  su siesta, se sentó en el suelo sobre su dos patas traseras como acostumbra cuando se pone en posición de expectativa, fijó sus ojos en el ‘lector’  y en  su mirada había una ‘frase’ frecuente:

- “¿Qué estás haciendo?”

La respuesta era obvia, pero a ella le gusta que lo obvio se lo digan con ‘palabras’ de los humanos. La respuesta le fue dada porque si no, se quedaría allí un rato, sentada, hasta que le contesten:

- Pues mira, Douce, en realidad estaba escuchando una conversación entre dos periodistas. Uno de ellos, cuya cadena había sido ‘cerrada’, había ocupado estos meses 'libres, escribiendo un libro…

- ¿Puedo saber cómo se llama ese libro? A lo mejor me interesa

Cuando un perro pregunta con sus ojos, no ceja hasta que consigue la respuesta. Se interesa por lo que  hablan los humanos porque nunca acaba de comprenderlos. El Náufrago, dejó un poco de lado lo que estaba escuchando y le explicó detalladamente que en el título iba incluido  el contenido: “La felicidad de las pequeñas cosas”. Al oír eso, enderezó sus orejas en señal de ‘interés’ y cortó al Náufrago en su perorata…

- ¿Y  a qué llama un humano ‘felicidad’ y ‘pequeña cosas’?

El Náufrago estuvo a punto de decirle: “mira guapa, bastante tengo yo para aclararme y explicarte ahora qué son ambos ‘conceptos”. Las preguntas de los perros son terribles. El interpelado hizo lo posible para explicárselo porque sabe que  para ella son dos cosas muy claras y no le cabe en la cabeza que se necesite un libro para explicarlo. Aún así, y a sabiendas que ella tiene muy claro qué es su ‘felicidad’ y sobre todo que su vida está llena de ‘pequeñas cosas’, accedió a decir lo que el autor del libro consideraba ‘felicidad’ y ‘pequeñas cosas’.

- Mira, Douce,  las posibles respuestas están hechos para humanos. Tú eres ya feliz y tu vida está hecha de ‘pequeñas cosas’ pero los humanos, no somos tan ‘felices’, sobre todo porque nos pre-ocupamos por las ‘grandes cosas’ y cuando creemos que ya  las tenemos al alcance de la mano, resulta que ni son ‘grandes’, ni son ‘cosas’ que nos hagan felices. Los humanos somos así.

- Vale, lo entiendo pero dime algunas de  lo que vosotros  llamáis pequeñas cosas

- Te diré algo de lo que dice este señor y lo que yo añado pero, por favor, no te rías de nosotros los humanos. Pues dice por ejemplo que mirar el cielo o el mar,  detenerse un rato y disfrutar de esa mirada,  no ir siempre con prisa de un sitio para otro,  atolondradamente, fijarse en el señor mayor que descansa en el banco de un parque o el bebé que te sonríe desde su carrito, no desear más de lo que ya tenemos pero queremos más, tomar tranquilamente con amigos un café o una caña,  saber disfrutar de un viaje -antes, durante y después- cuando lo recuerdas, mirar un pájaro que va de árbol en árbol o desciende y picotea entre la hierba…

Antonio San José en su entrevista a Diario Digital

-¡ Alto, ahí, Náufrago de secano!.  No es para ‘picarte’, pero cosas como ésas y muchas más son ‘mis pequeñas cosas’. Eso lo hago yo todo los días: huelo todas las plantas y metros cuadrados del jardín. Cada milímetro tiene su sabor para mí, cosas a las que tú no das importancia, disfruto revolcándome en la hierba o en la playa, lo paso pipa cuando me sacas de paseo, no necesito ir muy lejos, me gusta también cuando me das alguna chuche,  o juegas conmigo, me acaricias. Descanso tranquilamente sin preocupación alguna, no me pregunto qué haré mañana, porque vivo minuto a minuto. He vivido plenamente mis doce años, día a día, soporté  también malos días  cuando me dejaron abandonada a la puerta de un ‘refugio’, pero no he vuelto la vista atrás, como tampoco me preocupa  qué haré después, no conozco es palabra.

- Vale, ya lo sé. Soy yo quién te corta ahora. Además sé que nunca me lo recordarías  quejándote. Por  hoy creo que ya hemos hecho nuestra ‘pequeña gran cosa’ de hoy: hablar de tú a tú.

(Menos mal que también en los vídeos sobre la 'felicidad' aparecemos los perros DOUCE)