Frases, aforismos, proverbios, apotegmas...

Últimamente la gente, cuando no tiene pensamientos propios, echa mano de dichos, refranes, frases o apotegmas, dichos por gente que tenía, o creía tener, ideas propias.

Creo que muchas de ellas,no tienen un alcance general, y quizá no cobren verdadero valor de tales, si no se entiende el contexto y las cirscunstacias en que fueron y por quien fueron pronunciadas. Hablando de aforismos o dichos, me quedo con los que encierran una nota de humor y de ironía, porque quiere decir, que su propio autor no se lo toma demasiado en serio. Por eso , me gustan las sentencias de un Groucho Marx, de un Tip , de los Luthiers o tipos semejantes.

Dicho esto, como diría el Sr. Fraga o cualquier politiquillo, una vez más el correo me ha sorprendido.El o la remitente firmaba Ida Early. No tenía idea de quién pudiera llevar ese nombre, por lo que, como hago a menudo, pregunté a mi amigo Google, que es el que casi siempre me aclara un poco mis dudas.

Por él supe, que Ida Early es la protagonista de un libro titulado "Ida Early come over the mountains", escrito por un tal Robert Burch, a quien no tengo el gusto de conocer. Su personaje al parecer llegó por las montañas desde Georgia, a la granja del viudo Sutton, para recocijo de él y de sus hijos. Ida es un espíritu libre, que según ella, ha viajado por todo el mundo y todo lo ha hecho bien. Con su desmesurado jersey marrón , su mono y sus grandes zapatos , se diría que es un payaso escapado de cualquier circo, para diversión de los Sutton.

He averiguado todo esto, para saber quien podía "conocerme", para enviarme estas dos sentencias, que me han hecho sonreír, aunque me sintiera ligeramente afectado:

"Things are beautiful if you love them. You know you're getting old when the candles cost more than the cake."

"Age is a question of mind over matter. If you don't mind, age don't matter. If a farmer fills his barn with grain, he gets mice. If he leaves it empty, he gets actors."

En cuanto a la primera, no tengo ningún problema, no suelo gastarme mucho en velas y tampoco en tarta, así que de ese modo no me entero demasiado del paso de los años. La segunda me parece más razonable, y suelo hacerla mía, aunque no lo diga, porque es lo que suelen decir los demás para levantarte el ánimo.