El País, este país, mi país

Ayer, a propósito de unos comentarios sobre recortes de prensa, enseñé un poquito mi oreja lectora de periódicos y otros medios de comunicación. Creo que a estas alturas es mejor decir lo que cada uno piensa de este cuarto, o primer poder, que son los medios de comunicación de masas. Mass-media, para los "mass" pedantes

Más o menos todo el mundo sabe, que quien controla la información, maneja la opinión pública y de verdad gobierna el país. Es normal que los que manejan el dinero, quieran hacerse con los grupos de comunicación y de este modo, obtener los mayores benificios posibles para sus intereses, pimero económicos y quizá, después, políticos, o al revés. Que tanto monta, como monta tanto. No quiero aquí hacer ningún análisis socio-político, porque no dispongo de conocimientos y datos para hacer un diagnóstico de la situación real del mundo de la comunicación en España. No tengo más información que mi pequeño olfato de lector, oyente o vidente, para olfatear cómo anda el asunto. Por eso en esto, como en otras cosas, he decidido ir por libre. Así , por lo menos, tendré la oportunidad de equivocarme por mí mismo.

Y vale ya de prolegómenos, porque lo que quería poner aquí, hoy, es la carta que escribí al Director del País, cuando yo dejé de leerlo asiduamente. Era abril de 1997, así que ha habido tiempo para que, a pesar de las pertinaces sequías, haya llovido algo desde entonces. Esa carta, por supuesto, no tuvo contestación. Así que no sé si agradecérselo al señor Juan Luis Cebrián, que sus consejos de dirección guarden, o al señor Jesus Ceberio, porque no sé quién era por entonces el director de este diario, "independiente" de la mañana. En otra ocasión a lo mejor hablo de los "independientes".

Y esta es la carta:



Santander, 4 de abril de 1997
Sr. Director de " El País" C/ Miguel Yuste, 40 MADRID

Estimado Sr. Director,

Desde aquel ya lejano 4 de mayo de 1976 he sido asiduo lector del diario que Vd. dirige. He seguido la actualidad de este otro "país" a través de sus páginas, porque, a sabiendas de las servidumbres inherentes a cualquier medio de comunicación, lo juzgaba lo suficientemente independiente como para mantener el equilibrio necesario, y morder - con tacto y con cuidado- incluso la mano de los que ,si no le daban de comer , si le permitían llevarse a la boca una buena y suculenta porción de la tarta comunicativa.

De unos meses a esta parte observo con preocupación que también ustedes y todo et complejo Prisa han entrado en ese tipo de periodismo sectario , endogámico y un pelín panfletario que tanto detesto y que Vds. han criticado, con razón, en diarios como " El Mundo" y otros que se le parecen. En esta guerra de medios en que se ha convertido el panorama comunicativo español, donde todo el mundo parece a la caza y captura de la portada mas llamativa, del dossier mas impactante y donde páginas, editoriales, artículos de opinión, se ponen al servicio del propio imperio ( véase las paginas 12,16,25, 26,27....de su edición de hoy,) más que a la de la información del lector , lo mejor es darse de baja, leer la prensa extranjera, para enterarnos de lo que verdad ocurre en España.

Es lo que pienso hacer de ahora en adelante. Siento dejar de leer un periódico que ha sido como mi lectura de cabecera. Me había acostumbrado a su diseño, a sus suplementos, a sus colaboradores, hasta sabía por qué pagina empezar y qué firmas evitar... Espero que lleguen tiempos mejores y las aguas vuelvan a los cauces que hicieron de El País un periódico "independiente" no sólo de la mañana.

Hasta entonces, un saludo y adiós.