De ensoñaciones y paseos

“LES RÊVERIES DU PROMENEUR SOLITAIRE”

A veces el Náufrago anda por el Blogario o lo que sea esto,  con una simplicidad infantil, otras , se divierte haciendo garabatos, y a  veces, hasta parece que se pusiera serio y no sabe hacerlo. Total que ni el mismo podría definirse.

Esta mañana leyendo a uno de esos editorialistas que difiere de muchos otros columnistas que se suben a la columna para incidir  en el ‘ecce homo’ de turno, o se pierden por el monte del ‘olvido’. Según soplen los vientos desinformativos. Eso sí, muy bien adornado y diciendo para sí: soy un tío.

Entre esa fauna, hay algunos que llevan  ‘marca de la casa’. La suya, por supuesto. Uno de ellos que hace pensar un poco a este chorlito se llama Pedro G. Cuartango así de sonoro. Cuando los demás hablan de ‘lo otro’, él se desnuda. Hoy, por ejemplo, en sus “Ensoñaciones de unpaseante solitario”, remedando al Rousseau  de “Les Rêveries du promeneur solitaire”. En sus paseos solitarios   ha hecho alguna de sus confesiones que el Náufrago ha recogido por su sinceridad y sus dudas, que es lo menos que tiene que tener un humano:' Vean, Veo':

- “Mi drama es que he dejado de creer en la izquierda pero no me gusta la derecha, es que desdeño los nacionalismos pero no estoy cómodo en la España de hoy, es que rechazo a los dos partidos mayoritarios pero no veo mejor alternativa, es que me hiere la frivolidad del espectáculo mediático pero me gano la vida con el oficio de periodista.

René Magritte - The Musings of a Solitary Walker
(Les reveries du promeneur solitaire), 1926

Nunca como ahora ha existido tanta distancia entre la conciencia individual y una realidad social que, por un lado, estimula los deseos y, por otra, los cercena de forma brutal”.

-“A mí todo esto me ha provocado un estado de melancolía permanente que me empuja a la soledad, a un descreimiento que no me hace feliz ni ayuda a los que tengo alrededor porque todos necesitamos una ilusión para poder soportar la vida”

- “Siempre he pensado -y lo he escrito en estas páginas- que el hombre necesita de lo absoluto para dar un sentido a su existencia. Yo dejé de creer en Dios a los 20 años, abandoné el marxismo a los 30 y ahora he decidido no volver a votar más porque no sirve para nada cuando los gobernantes hacen lo contrario de lo que prometieron.”

- “Sólo me quedan las ensoñaciones del paseante solitario que se consuela con la próxima llegada del otoño.

Al Náufrago le ha llamado la atención que un hombre en su madurez se desnude de este modo en este mundo tan frívolo, tan perdido, tan desorientado sin darnos cuenta...