La poltrona bien vale un ‘National Prayer Breakfast”
El primer ‘National Prayer Breakfast’ al que gentilmente Obama ha invitado a nuestro presidente, tuvo lugar en Seatle, (Washington D.C), en 1935. Al parecer sus ediles tuvieron que hacer frente a una grave crisis en su ciudad a causa de la corrupción que había dejado a los pobres, con una mano delante y otra detrás. Sus dirigentes, ¡oh milagro!, se dieron cuenta de que su riqueza y sus poderes no servían para resolver los numerosos problemas de la ciudad. Algunos de ellos, animados por el Reverendo Vereide, metodista, decidieron hacer un retiro espiritual para que Dios les iluminara y les ayudara a resolver el entuerto. Uno de ellos, quizá durante el desayuno, declaró creer haber oído la voz divina invitándole a presentar su candidatura al Consistorio. Después de profundas reflexiones y plegarias, sus compañeros le animaron a que presentaran su propuesta. La oración, las finanzas y una sólida organización, lograron la alcaldía de un tal Arthur Langlie que dos años después se convertiría en el gobernador del Estado. El ‘prayer breakfast’, había dado sus resultados.
Inspirados por el resultado de Seatle , el famoso ‘desayuno’ se fue extendiendo por diferentes partes de los Estados Unidos. En 1941, el Senado y la Cámara de representantes, celebraron su primer ‘desayuno rogativo’, para confraternizar los unos con los otros en un espíritu cristiano. La ceremonia, convención o como quieran llamarlo, se ha venido celebrando oficialmente desde 1953 y se ha convertido en una serie de reuniones, discursos, desayunos y almuerzos, que tienen lugar en el 'Hilton Internacional’ de Ballroom, con la asistencia de unos 3.500 invitados, entre los invitados internacionales de más de 100 países.
Esperemos que a nuestro Presidente no le de por ‘rezar’ y se sienta iluminado, como el tal Langlie, y le dé por decir que su dios laico le ha hablado y le ha animado a que siga ‘solucionando’ los problemas del Estado. Con tal de hacerse la foto, el señor Rodríguez es capaz de ‘desayunarse’ lo que sea. Emulando a Henri IV, debe haberse dicho: “La poltrona bien vale un ‘Player Breakfast”
Comentarios