Deshojando la mar_garita.
CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE
Me permito escribir esta carta porque según voces próximas y lejanas, podría estar ponderando la posibilidad de presentarse o no a la presidencia para el próximo mandato. Es normal que haya surgido inquietud o simple curiosidad, dentro de su partido, o en el resto de partidos y entre la gente de a pie. Es probable que más de una noche, en la intimidad familiar, Sonsoles, su mujer, le haya insinuado, quizá rogado, que deje este cargo que empieza a ser una carga para usted, para ella y para sus hijas.
Comprendo que a pesar de sus sueños de alianzas, sonrisas, ‘progresos’, mundos Alicia y otras componendas, son muchos los sapos que ha tenido que deglutir a lo largo de estos casi seis años. Suficientes, para ahondar sus ojeras, sus momentos de zozobra y quizá más de una noche en vela. Habrá sentido, en su aéreo optimismo, que para ‘gobernar’ una ‘nación de naciones’ como ésta, se necesita pisar tierra y no es suficiente confiar en supuestos talantes o bellas palabras vacías de contenido.
Podría asegurar que si no estuvieran las cosas como están - bastante oscuras , habrá que reconocerlo alguna vez - a pesar de las sonrisas que cada día resultan más artificiales, de las poses, las eternas promesas, las peticiones de supuestos consensos, su deseo íntimo es apearse del carro. Sólo su vergüenza torera - espero que la tenga- le impide decir claramente:" hasta aquí he llegado, ahí os quedáis con la empanada que he cocinado". La subida al poder, le sorprendió a usted mismo. Fue un ‘oportuno accidente’, lo de ‘oportuno’ lo entrecomillo, si no hubiera sido tan brutal y turbio. Lo que no le gustaría es que viniendo dispuesto a enmendar los ‘fracasos anteriores’, repartiendo sonrisas, tendiendo la mano a los que cuando se les ofrece, aprovechan para robarle la cartera, compadreando con los que buscan sacar tajada, regando en jardines ajenos no interesados en dar flores, ofreciendo casa y pan para todos, tirando de la hucha común alegremente y viendo las no esperadas consecuencias, decir ahora ‘ahí os dejo, comeros el marrón’, sonaría demasiado mal.
Seguramente está esperando a que escampe un poco, las flores florezcan, los ‘carteristas’ cambien de táctica, los parados empiecen a andar, los aprovechados dejen de exigir, milagros todos que no parecen aflorar al otro lado de la esquina. Me parece que lo que usted está esperando, es que amaine el temporal, los temporales. Entonces se sentiría más libre para poder decir, sotto voce: ‘ahora me voy’, 'esto es lo que hay, lo que he logrado con mis artes mágicas' . Pero, desgraciadamente, no soplan buenos vientos en ninguno de los aspectos para el año que vivimos y venideros. Así que la fuerza de los hechos le ‘obligan’ a seguir ‘ofreciéndose’. Ninguno de los aparentemente más cercanos a usted desea comerse este marrón. Me atrevería a decir que ni siquiera la llamada oposición, está deseando recoger la herencia que nos deja. Se diría que lo están haciendo adrede, eso de meter la pata, porque si no, no se entiende las pifias que cometen a diario.
No dudo de sus optimistas deseos. Pero la realidad es que, en mi opinión, deja más problemas que los que encontró. Y, siendo ingenuo, voy a tratar de creer que lo hizo por dos causas: su congénito y peligroso ‘optimismo’ y ser más fiel a sus ‘doctrinas’, que a una visión menos sectaria de la realidad. Los pueblos no son como nosotros los ‘pensamos’, sino lo que de verdad ‘son’.
Doy por terminadas estas reflexiones que puede saltarse olímpicamente.
Que los hados velen por nosotros, si es que no están de vacaciones indefinidas o en la cola del INEM.
Estimado señor Rodríguez Zapatero,
Me permito escribir esta carta porque según voces próximas y lejanas, podría estar ponderando la posibilidad de presentarse o no a la presidencia para el próximo mandato. Es normal que haya surgido inquietud o simple curiosidad, dentro de su partido, o en el resto de partidos y entre la gente de a pie. Es probable que más de una noche, en la intimidad familiar, Sonsoles, su mujer, le haya insinuado, quizá rogado, que deje este cargo que empieza a ser una carga para usted, para ella y para sus hijas.
Comprendo que a pesar de sus sueños de alianzas, sonrisas, ‘progresos’, mundos Alicia y otras componendas, son muchos los sapos que ha tenido que deglutir a lo largo de estos casi seis años. Suficientes, para ahondar sus ojeras, sus momentos de zozobra y quizá más de una noche en vela. Habrá sentido, en su aéreo optimismo, que para ‘gobernar’ una ‘nación de naciones’ como ésta, se necesita pisar tierra y no es suficiente confiar en supuestos talantes o bellas palabras vacías de contenido.
Podría asegurar que si no estuvieran las cosas como están - bastante oscuras , habrá que reconocerlo alguna vez - a pesar de las sonrisas que cada día resultan más artificiales, de las poses, las eternas promesas, las peticiones de supuestos consensos, su deseo íntimo es apearse del carro. Sólo su vergüenza torera - espero que la tenga- le impide decir claramente:" hasta aquí he llegado, ahí os quedáis con la empanada que he cocinado". La subida al poder, le sorprendió a usted mismo. Fue un ‘oportuno accidente’, lo de ‘oportuno’ lo entrecomillo, si no hubiera sido tan brutal y turbio. Lo que no le gustaría es que viniendo dispuesto a enmendar los ‘fracasos anteriores’, repartiendo sonrisas, tendiendo la mano a los que cuando se les ofrece, aprovechan para robarle la cartera, compadreando con los que buscan sacar tajada, regando en jardines ajenos no interesados en dar flores, ofreciendo casa y pan para todos, tirando de la hucha común alegremente y viendo las no esperadas consecuencias, decir ahora ‘ahí os dejo, comeros el marrón’, sonaría demasiado mal.
Seguramente está esperando a que escampe un poco, las flores florezcan, los ‘carteristas’ cambien de táctica, los parados empiecen a andar, los aprovechados dejen de exigir, milagros todos que no parecen aflorar al otro lado de la esquina. Me parece que lo que usted está esperando, es que amaine el temporal, los temporales. Entonces se sentiría más libre para poder decir, sotto voce: ‘ahora me voy’, 'esto es lo que hay, lo que he logrado con mis artes mágicas' . Pero, desgraciadamente, no soplan buenos vientos en ninguno de los aspectos para el año que vivimos y venideros. Así que la fuerza de los hechos le ‘obligan’ a seguir ‘ofreciéndose’. Ninguno de los aparentemente más cercanos a usted desea comerse este marrón. Me atrevería a decir que ni siquiera la llamada oposición, está deseando recoger la herencia que nos deja. Se diría que lo están haciendo adrede, eso de meter la pata, porque si no, no se entiende las pifias que cometen a diario.
No dudo de sus optimistas deseos. Pero la realidad es que, en mi opinión, deja más problemas que los que encontró. Y, siendo ingenuo, voy a tratar de creer que lo hizo por dos causas: su congénito y peligroso ‘optimismo’ y ser más fiel a sus ‘doctrinas’, que a una visión menos sectaria de la realidad. Los pueblos no son como nosotros los ‘pensamos’, sino lo que de verdad ‘son’.
Doy por terminadas estas reflexiones que puede saltarse olímpicamente.
Que los hados velen por nosotros, si es que no están de vacaciones indefinidas o en la cola del INEM.
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