Donde Douce corrige al Náufrago y fracasa en su intento
CORRECTORA DE ESTILO
Hoy voy a criticarle, sin morderme la lengua, que es lo mío (la crítica, no morderme la lengua). Además es mi deber decirle las verdades. Todos, yo también, aunque menos, necesitaríamos un doble que nos dijera, sin angustiarnos, cuándo metemos la pata. Cuentan que los generales romanos, orgullosos, tras ganar alguna batalla, llevaban a un siervo moscardón que les decía:“Respice post te! Hominem te esse memento!“.- “¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre”. ¿A que me ha quedado mono el latinajo? Pues algo así es mi misión, pero les adelanto que con escaso éxito.
Como habrán podido observar en más de una ocasión, el Náufrago de esta isla, mete a menudo la pata cuando escribe. Un día se come una preposición, otro pone una coma donde Dios le da a entender, confunde un ‘hay’, con un ‘ahí’ o un ¡ay!, deja una frase a medio acabar o sin sentido, amén de párrafos que no hay gitano que se los salte. Le recomiendo que lo vuelva a leer, que se fije un poco, pero ¡nanay!, no tiene remedio. No sé si es la precipitación, si es el tecleo, o que aunque lo repase, no se entera. A veces me ocupo yo de llamarle la atención o algún alma caritativa se lo señala, pero ni aún así logra una entrada sin patada a la ortografía, a la sintaxis o al diccionario. Una pena, porque podría hacerlo bastante mejor, para bien de todos.
Como se lo he dicho más de una vez, hoy me ha pasado un texto de Arturo Pérez-Reverte que está corrigiendo las galeradas de su próxima novela y donde confiesa que esto de corregir lo ya escrito es lo que más le desagrada. Mi papá se ha consolado y me ha dicho; “¿Ves? hasta el mejor escribano echa un borrón.”. Y me ha restregado por la trufa este párrafo:
P.D. Ahora sólo falta, que después de hacerme la chula, haya metido yo la pata. No me lo tengan en cuenta, pero, por favor, díganmelo: 'errare canem est'. DOUCE
By DOUCE
Van a permitirme que me meta un poco con mi papá. Me encanta hacerlo. Es un tipo curioso al que vengo observando, padeciendo y disfrutando, más de diez años. Le quiero mucho y también él a mí. Me nombró ‘becaria’ de su isla, porque sabía que yo era mucho más espontánea y natural que él, que a veces es un pelín alambicado.Hoy voy a criticarle, sin morderme la lengua, que es lo mío (la crítica, no morderme la lengua). Además es mi deber decirle las verdades. Todos, yo también, aunque menos, necesitaríamos un doble que nos dijera, sin angustiarnos, cuándo metemos la pata. Cuentan que los generales romanos, orgullosos, tras ganar alguna batalla, llevaban a un siervo moscardón que les decía:“Respice post te! Hominem te esse memento!“.- “¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre”. ¿A que me ha quedado mono el latinajo? Pues algo así es mi misión, pero les adelanto que con escaso éxito.
Como habrán podido observar en más de una ocasión, el Náufrago de esta isla, mete a menudo la pata cuando escribe. Un día se come una preposición, otro pone una coma donde Dios le da a entender, confunde un ‘hay’, con un ‘ahí’ o un ¡ay!, deja una frase a medio acabar o sin sentido, amén de párrafos que no hay gitano que se los salte. Le recomiendo que lo vuelva a leer, que se fije un poco, pero ¡nanay!, no tiene remedio. No sé si es la precipitación, si es el tecleo, o que aunque lo repase, no se entera. A veces me ocupo yo de llamarle la atención o algún alma caritativa se lo señala, pero ni aún así logra una entrada sin patada a la ortografía, a la sintaxis o al diccionario. Una pena, porque podría hacerlo bastante mejor, para bien de todos.
Como se lo he dicho más de una vez, hoy me ha pasado un texto de Arturo Pérez-Reverte que está corrigiendo las galeradas de su próxima novela y donde confiesa que esto de corregir lo ya escrito es lo que más le desagrada. Mi papá se ha consolado y me ha dicho; “¿Ves? hasta el mejor escribano echa un borrón.”. Y me ha restregado por la trufa este párrafo:
“Ya no hay sorpresas ni descubrimientos, excepto confirmar mi habilidad para pifiarla diez veces en cada página. El despiste y el adjetivo impropio acechan en cada folio, y tengo la certeza de que, por mucho que vuelva una y otra vez a machacar el texto, el día que abra el libro recién impreso me saltará a la cara, lustroso y triunfante como siempre, el gazapo sobre el que pasé cuarenta veces sin reparar en él."Altanero y chulo me ha soltado: “Y ahora, ¿qué? Y es académico de la Lengua…” Como diciendo “si este tío la ‘pifia’, yo que soy un aprendiz, ¿no puedo meter la pata?” He pensado que no valía la pena responderle, pero para mi coleto, me he dicho “Pues allá tú, con tus ‘pifias’ y tus gazapos, pero no cuentes con servidora para revisar tus ‘escritos’".
P.D. Ahora sólo falta, que después de hacerme la chula, haya metido yo la pata. No me lo tengan en cuenta, pero, por favor, díganmelo: 'errare canem est'. DOUCE
Comentarios
Escribo de una, tal como me sale y así queda. Me imagino que tú y tu papá se horrorizarán y encontrarán mil errores.
Espero que hayan disfrutado de un lindo día de Reyes. Aquí no se le da tanta importancia como cuando yo era chica, pero los niños los esperan igual con pasto y agua.
Besos,
No te preocupes, usa tu 'uruguayo' porque eso no es un un defecto, sino una manera de enriquecer nuestra lengua común.
Por ejemplo, en tu comentario hay un 'modismo uruguayo' que mi papá no conocía: ese 'escribo de una' que se entiende perfectamente y que yo no había oído en este castellano del centro de la Península. A mí no me parece una falta contra la sintaxis, ni la ortografía, sino una riqueza para nuestra lengua. Es más breve y más gráfico que escribir: "escribir como me sale", espontáneamente.
Yo no me horrorizo de nada, mi papá tampoco, pero de vez en cuando me gusta 'tocarle en ciertas partes'. Me lo paso muy bien criticándole, 'amorosamente'.
Hay otra expresión que también me ha gustado y no acabo de captar su verdadero significado: ¿Qué significa eso de que los niños esperan a los Reyes 'con pasta y agua"?
Estos días mi papá está sin su potátil y anda un poco como si le 'faltara' algo.
¡Ay estos hombres a una 'maquinita atados'! (Me recuerda al poema de Góngora:
"Amarrado al duro banco
De una galera turquesca,")
(Cambia 'banco', por 'portátil y encontrarás al 'Forzado de Dragut')
Besos
Mañana leo el último post xq ahora me estoy durmiendo.
Aquí a los reyes se los espera con pasto y agua para que lo coman los camellos. Como le dicen al pasto ustedes hierba no??
Cuando los niños se levantan le cuentan a sus padres muy contentos que los camellos comieron y bebieron todo.
Un tío le dejaba unas cervezas. Eran unos camellos especiales los que venían.
Besos,