Hazañas bélicas
UNA SINGULAR BATALLA
No es que el Náufrago simpatice mucho con doña Pilar Rahola, pero hoy se siente muy cerca de ella, al comentar un hecho sobre un sentimiento que nos es común. Alguna coincidencia debe de unirnos a los seres humanos.
Leyendo la prensa, cada día con más aprehensión, para no mandar definitivamente al carajo a todos los políticos, me he encontrado con la columna de Carmen Rigalt, que es de los pocos columnistas que en su ‘Zoom” no lo dedica a esa ralea. El título “El gato a pilas”, un gato ‘atigrado y dulcísimo’ que ‘la ha adoptado’ y ahora duerme incrustado entre sus piernas y parece un gato a pilas.
Pero dejemos las pilas del gato de Carmen y volvamos a “La oda a un perro muerto” de Pilar, que en un artículo publicado en “La Vanguardia” cuenta la rocambolesca y desgraciada historia de un dogo. Al parecer, este perro abandonado apareció en Tarragona y creó una histeria entre la población, no sé si pensando en una leona. Pilar no menciona este dato. Sea como sea, el pobre perro abandonado, famélico, vagabundeaba e intentaba sobrevivir con cadáveres de pollos tirados en una granja. La alarma debió llegar al ‘honorable’ Conseller de Medi Ambien de la Generalitat, don Francesc Baltasar que movilizó helicóperos y cuadrillas de cazadores que abatieron a tiros al pobre perro. ¿Era necesaria tal movilización para recoger a un pobre dogo, muerto de hambre y de abandono? El comandante Baltasar y su tropa pueden apuntarse la victoria en esta desigual batalla. Si no fuera tan triste la noticia sería digna de subirlo al libro de las ‘Hazañas bélicas” y concederle el Guinness a 'la Estulticia, la Incompetencia y la Patochada’. 100.000 euros ha empleado don Francesc para tan singular hazaña. Transcribo el final del artículo de Pilar Rahola, cuyas consideraciones comparto:
No es que el Náufrago simpatice mucho con doña Pilar Rahola, pero hoy se siente muy cerca de ella, al comentar un hecho sobre un sentimiento que nos es común. Alguna coincidencia debe de unirnos a los seres humanos.Leyendo la prensa, cada día con más aprehensión, para no mandar definitivamente al carajo a todos los políticos, me he encontrado con la columna de Carmen Rigalt, que es de los pocos columnistas que en su ‘Zoom” no lo dedica a esa ralea. El título “El gato a pilas”, un gato ‘atigrado y dulcísimo’ que ‘la ha adoptado’ y ahora duerme incrustado entre sus piernas y parece un gato a pilas.
Pero dejemos las pilas del gato de Carmen y volvamos a “La oda a un perro muerto” de Pilar, que en un artículo publicado en “La Vanguardia” cuenta la rocambolesca y desgraciada historia de un dogo. Al parecer, este perro abandonado apareció en Tarragona y creó una histeria entre la población, no sé si pensando en una leona. Pilar no menciona este dato. Sea como sea, el pobre perro abandonado, famélico, vagabundeaba e intentaba sobrevivir con cadáveres de pollos tirados en una granja. La alarma debió llegar al ‘honorable’ Conseller de Medi Ambien de la Generalitat, don Francesc Baltasar que movilizó helicóperos y cuadrillas de cazadores que abatieron a tiros al pobre perro. ¿Era necesaria tal movilización para recoger a un pobre dogo, muerto de hambre y de abandono? El comandante Baltasar y su tropa pueden apuntarse la victoria en esta desigual batalla. Si no fuera tan triste la noticia sería digna de subirlo al libro de las ‘Hazañas bélicas” y concederle el Guinness a 'la Estulticia, la Incompetencia y la Patochada’. 100.000 euros ha empleado don Francesc para tan singular hazaña. Transcribo el final del artículo de Pilar Rahola, cuyas consideraciones comparto:
“Permitan un apunte final para el pobre perro. No me imagino lo que habrá sufrido en sus últimas semanas de vida. Un brutal abandono, el desconcierto, el hambre, la sed, el lento deterioro del cuerpo, una cacería con decenas de personas, el miedo brutal y, finalmente, la muerte gratuita. Así, sin más, castigado por el único delito de haber nacido perro en un mundo de cafres".
Comentarios
Ei, linda foto,y buen blog. Suerte desde Tarragona
Con personas como tú, da gusto coincidir o discrepar, porque en eso consiste el verdadero diálogo.
Un saludo