Marcos Ana, un HOMBRE

“YO NACÍ A LOS 41 AÑOS”

Lo siento, Douce. Sé que tienes algo de razón en lo que dices, pero tengo que hablar de lo que siento, aunque aburra a los posibles visitantes de la isla. Me gustaría escribir con humor, o al menos con la ironía y puntillazos como los que tú sueltas, pero no me sale y me pongo más ‘serio’ de lo tolerable. Así que siento defraudarte. De todos modos, te agradezco que me cantes las verdades del alba, aunque exageres para hacerte la interesante.

Mira, esta mañana, después de pasar hojas y hojas del periódico que apestaban a basura, me encontré con una página que al menos me permitía respirar aire puro, aire limpio y me reconciliaba con lo humano. No te voy a contar toda la historia porque te aburriría y ya me has advertido que ‘tostones’, los menos posible. De momento te recitaré estos versos:
"Mi vida
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio
y un trocito de cielo donde a veces pasan
una nube perdida y algún pájaro
huyendo de sus alas."
Esta vida que se puede contar en dos palabras, pero que necesitaría un libro muy grueso, tiene un nombre prestado: Marcos Ana. El verdadero nombre de este salmantino, es Fernando Macarro Castillo. Como este no es el sitio de contar su vida, te la resumo en esas ‘dos’ palabras, Nació en 1920, entró en la cárcel a los 19 años, fue el último en salir, a los 41 años. El resto de su vida hasta hoy, lo ha pasado en Paris, y en más sitios. Regresó a España definitivamente, en 1976: “Va por la vida, como él dice, como un sonámbulo urgido por el mundo”. La cárcel fue su escuela, su universidad, su vida. Paradójicamente, lo más difícil para él fue adaptarse a la libertad. Cuando le abrieron la puerta de la cárcel le dio un vértigo de aire limpio.

Douce, yo no soy comunista, él sigue sintiéndose comunista, pero es ante todo y sobre todo, un Hombre ,con mayúscula, y merece todos mis respetos y hasta mi admiración. No se siente comunista de cuartel, diferencia el ideal de los instrumentos, aspira a esa sociedad ‘ideal’ con la que soñaríamos todos, estando tan lejos como estamos.

Me gustaría alargarme mucho más, pero voy a hacerte caso. Si quieres saber más cosas de él, poniendo su nombre en un buscador, te aparecerán más de 18 millones de sitios que mencionan su nombre.

Te dejo la dirección de su blog: http://www.marcos-ana.com/


Comentarios

María ha dicho que…
¡¡Hola Chicos!!

¡¡Jo!! la de tiempo que hacía que no venía a veros, siempre me doy cuenta, al ver la cantidad de entradas que me he perdido. ¡¡Ojalá el día tuviera 200 horas!!
Pero tristemente sólo tiene las que tiene.
Me he pasar en esta entrada, porque casualmente una muy buena amiga mía, que vosotros conocéis, porque va subida al palo mayor, Marina. Hace poco más de una semana, le hizo un homenaje muy sentido y merecido en su tierra Bejar. Os voy a dejar el enlace de su blog, ya que la anterior entrada a la que ahora tiene, habla de como vivieron ellos dos este homenaje...
Si os apetece, os pasáis, creo que os gustará.

A mi lo que impresiona de este hombre es que después de haber pasado tanto años en la cárcel, no guarde ni pizca de rencor, por tanto como tubo que sufrir, y por el contrario sea todo ternura y sensibilidad.

AQUI OS DEJO EL BLOG DE MARINA

Un besazo.
Julio ha dicho que…
He visitado el blog de Marina y he leído su 'crónica' sobre el Homenaje, en Béjar, a Marcos Ana.
Si hay alguien que merece esos premios que son el calor y el cariño de sus amigos, es este hombre que pagó con su libertad y con su ejemplo en lo que cree.

Aunque madrileño de vida, salmantino de nacimiento, me siento muy bien de tener a un paisano como él, ideas aparte. En estos, y en otros muchos casos ,lo que cuenta es el Hombre.

Gracias por haberme dado esta pista.
Kim Basinguer ha dicho que…
Hay gente increible por el mundo, que apenas nos damos cuenta de que han dejado la piel en su caminar.
Julio ha dicho que…
Así es, Kim .El otro día mientras leía la entrevista y contaba con sencillez su particular y dura 'Odisea', sentía como inyecciones de ánimo y me aborchonaba un poco comparando su vida con la mía.

Era todo un estímulo. Sólo mirando su cara, su sonrisa de bondad y recia y sus ojos que despedían luz, eran una infusión de vida.

Vidas calladas, vidas aherrojadas, vidas vividas, sin rencores, lecciones de vida.

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