Antonio Lucas (1975), periodista, poeta

APUNTES PERSONALES
«El artículo es para mí la misa pagana del folio y medio. La aspirina canalla de las mañanas. La columna actúa como periscopio. Es el mejor observatorio del ruido de la calle. Y a la vez puede tener también esa gota de poema que hace la gran prosa, ese desánimo hecho dardo de palabras, ese malestar, esas ganas de decir no...».
A. Lucas

Desde hace unos días, al Náufrago le persigue un nombre: Antonio Lucas. En su infinita ignorancia (la del Náufrago), desconocía su trayectoria periodística y poética. Había leído algunas entrevistas en su periódico, El Mundo, y le habían llamado la atención, por su manera de adentrarse en el interior de sus entrevistados, dejando que se viera al personaje y no al entrevistador, como sucede en otros casos. La última vez que se fijó en su nombre fue la semana pasada, cuando entrevistó a Marcos Ana. Volvió a llamarle la atención, el viernes o el sábado pasado, cuando supo que había sido galardonado con el “Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla’, en su trigésima primera edición.

Hoy, Raúl de Pozo, en su columna, vuelve a mencionar su nombre. Al parecer se encontró con varios ‘mitos’ en el Goizeko Wellington de Madrid, entre otros: José Tomás, Jesús Quintero, Jaime de Marichalar, Joaquín Sabina que le besó y le dijo: “Antonio Lucas ha publicado “Los mundos contrarios” con Visor. Es un gran poeta del futuro”.

El Náufrago no sabe quiénes son los poetas del futuro porque apenas conoce los del pasado y los del presente, como para hacer profecías. Sólo escucha a los 'augures'. Pero da la casualidad de que en poco tiempo se le ha aparecido el fantasma de este poeta madrileño, de 33 años, que vive del periodismo y la poesía, y que, según él, "También es una forma de decir no". Y afirma: "No sólo es un viaje estético, sino un faro ético para tantas cosas. Ayuda a descifrar el mundo y a descifrarnos a nosotros dentro de él".Recogiendo un verso de Henri Michaux “Los mundos contrarios”, en un momento de “Insurrección”, escribe:

"Porque no te gusta el mundo,
ni su orden repetido hasta la usura,
ni su lento devenir en agonía,
ni el celoso brío que lo alienta
y a la vez lo desmorona..."

El Náufrago naufraga en los procelosos mares de la poesía. Sólo le emociona una poesía, sencilla, directa, que le toque una fibra sensible del alma. Un alma bastante especial, como la de muchos. Pero es que el Náufrago nunca ha sido poeta, sino un sensor de emociones. No obstante, de ahora en adelante, tratará de seguir la estela de Antonio Lucas en sus artículos, en sus entrevistas, en sus poemas, si llegan a sus manos.

Si la poesía es "el mundo y el perfume del mundo, una forma de gritar más alto cuando uno tiene la certeza de que lo que dices tiene que servir para algo. Ha de ser un compromiso ético y estético", que así sea. Lo estético ya es una ética forma de manifestarse.

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