Epigramas MARCIAL

UN BILBILITANO EN ROMA
"¿Por qué, cuando vas a recitar, te pones una bufanda alrededor
del cuello? Mejor le sentará ésa a nuestros oídos"
MARCIAL

Pues verás Douce, te cuento. Harto de ver, oír, leer las mismas noticias, los mismos problemas, los mismos embrollos  e iguales descontentos, decidí cerrar páginas, no ver lo que ya no veía y hacer por  igual, y  por narices,  el pabellón auditivo. ¡Qué paz! ¡Qué tranquilidad! ¡Qué sosiego!

Me volví al siglo primero de nuestra era, que de alguna manera era nuestra. Durmiendo en la estantería, ocho o nueve años,  yacía un libro que algún día me dio el capricho y allí había esperado a que en el día de hoy volviera a mis manos.

El título era “Epigramas" y debajo el nombre del autor, MARCIAL.  Lo vi, leí un poco del prólogo para situarme bien y luego fui saltando de epigrama en epigrama, de los catorce ‘libros’ que el bilbilitano había repartido entre césares, amigos, enemigos, eunucos y prostitutas.

Leyendo algunos epigramas del primer libro, hacía loa de  su tierra, criticaba a enemigos, se burlaba de amigos, daba consejo a meretrices, o celebraba sus fiestas. En sus sátiras dibujaba el mundo de aquella Roma del primer siglo. Han pasado veinte siglos, este mundo habrá progresado técnicamente, y otros adelantos pero el hombre en sentimientos, en  sensibilidad, en humanidad no ha progresado, más bien somos más refinados en nuestra destreza de hacer daño al prójimo.

Comentarios

Entradas populares