“Unable to love each other,
the English turn naturally to dogs”.
J.R. Ackerley

"Incapaz de amar a los demás,
el inglés se vuelca naturalmente en los perros".

Tulip y su dueño
Tal y como se ponen las cosas, siempre hay que buscar algo que sosiegue y apacigüe. Estos días de ‘primas’, inseguridades y elefantes abatidos,  el Náufrago hace como el autor de “Mi perra Tulip” (J.R. Ackerley), dedicarse a su perra. También, como él, incapaz de soportar lo que ocurre a su alrededor se vuelca sobre Douce. Ella no angustia, no molesta,  no importuna –salvo cuando necesita salir por alguna urgencia-, siempre está dispuesta a un rato de distensión y cariños. Eso es lo que ayuda a un servidor cuando nos abruma lo que cuentan los periódicos, las televisiones, las emisoras de radio o los inoportunos de turno.

Estos días, además de jugar y pasear con la Becaria de la isla, el isleño lee despacio las aventuras de Tulip y su dueño, un prestigioso editor y autor de los  círculos literarios británicas aunque en el libro es simplemente su amo y amigo y ella una perra alsaciana nada fácil. Las peripecias del uno y la otra son una muestra de amor y mil historias entre divertidas  y comprometidas. Como dice en la solapa del libro : “Mi perra Tulip” es la agridulce historia retrospectiva de una amistad de dieciséis años, así como una profunda y sutil meditación sobre la extrañeza que anida en el fondo de todos las amistades. Ackerley describe la imprevisible conducta de Tulip y sus muy caninos gustos, mientras explica sus torpes pero decididos esfuerzos para hacerla completamente feliz”.

Douce no es así, pero comprende perfectamente  las perrerías de Tulip, lo comprende  y a veces la imita un poco.

Comentarios

María ha dicho que…
Lo leí hace tiempo, es un libro que a mi por momentos se me hizo demasiado, demasiado veterinario casi te diría, aunque reconozco su valía. Ackerley llega al conocimiento de los sentimientos de su perra, como cuenta en el último y emotivo capítulo del libro, mirando en los ojos de los perros donde pudo entender quizá por primera vez, el ansia y la crispación a que están sujetas sus vidas. Creo que con toques muy proustianos cuenta una historia de amor, celos y ansias entre él y su perra que conquistó finamente a fuerza de tolerancia, caricias y franqueza ¿hay algo que no se consiga así?;-)

Por cierto, si te gustó este libro te recomiendo "Tombuctú" de Paul Auster, otro de perro y amo... a mi al menos, me gustó aun más que este... ¿para cuando el vuestro?:-)



Muchos besos y caricias a montones para los dos y feliz semana.
Douce ha dicho que…
Hola, María

La verdad es que aún no he terminado de leerlo, estamos por la página 58. Quizá sea un poco reiterativo en su aspecto 'veterinario', es cierto, pero me sigue interesando su humor británico y todo lo que tiene que ver entre las relaciones entre un hombre maduro y solitario que estudia y se comunica con su perra. Su lectura me la recomendó mi hijo, amante también de su perra y me sirvo de él para olvidarme de todas las noticias que nos rodean. Prefiero ese duelo cariñoso que existe entre Tulip y su amo que las relaciones que existen entre muchos seres humanos. Sólo falta ver lo que nos rodea y los que aparecen en los medios. Prefiero unas líneas de libros como éstos que lo que nos muestran o describen.

Tomo nota del libro de Paul Auster del que tengo alguna referencia. En cuanto al ‘nuestro’, lo vivimos cada día y algo ya hemos plasmado, sin ningún ánimo de exposición pero sí para anotar lo que sentimos. Ver a un perro que te habla con su mirada, con sus gestos, con su proximidad y sus peculiaridades y caprichos es una lección diaria que nosotros tenemos muy olvidado.

Nuestros guauuus más cariñosos.

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