DOISNEAU 'chasseur d'instants'

“MI FOTO ES LA DEL MUNDO TAL Y COMO DESEO QUE SEA"

Gentilly,14 de abril de 1912 - París, 1 de abril de 1994

Esta mañana, al abrir el ordenador,  el Náufrago  se encontró con ese  garabato  o ‘doodle’ – ¡santo cielo cómo nos absorbe la lengua del ‘imperio’!- con que nos pone al día de aniversarios o diversos eventos. De todos modos habrá que agradecerle a don Google que nos recuerde algunas efemérides que de otra manera pasarían desapercibidos.  El aviso matutino de esta mañana hizo abrir los ojos al Náufrago y recordar las imágenes de ese ‘cazador de instantes, que caminaba por los barrios y las calles de Paris, los patios de escuela donde jugaban los niños, los jardines, los bares o se perdía por entre los olores del mercado “Les Halles’, donde  carniceros, floristas, proveedores,  amas de casa, pescaderas gritaban sus mercancías…  Como él decía: “Mi foto es la del mundo tal y como deseo que sea"

Exposición: DoisneauPARIS LES HALLES
El ‘garabato’ de Google se compone o descompone en cuatro de sus fotografías: « El ‘remolcador' del Campo de Marte », un parte de la foto de « El perro con ruedas », « Tres niños en  el Parque Monceau” pero sobre todos una de las más conocidas de RobertDoisneau «El  Beso de l'Hôtel de Ville », tomada en 1950 cerca de l'Hôtel de Ville de Paris. Fotografía que representa a una pareja de estudiantes de teatro  que se besan en una acera entre un montón de viandantes que pasean delante de una terraza de café.

La foto fue un encargo para la revista Life. La pareja Françoise Bornet y su entonces novio Jacques Carteaud, habían sido contratados por el fotógrafo. La pareja vendió la copia de su foto que le regaló Doisneau a un coleccionista suizo que pagó por ella 155.000€ en 1992. Más tarde, reconocería el propio autor: "No es una foto fea, pero se nota que es fruto de una puesta en escena, que se besan para mi cámara."

Como ocurre a menudo en este mundo de la publicidad y el mercadeo una ‘anécdota’ difumina toda una vida dedicada a plasmar en imágenes miles de instantes. Según Francine, una de sus dos hijas  “ Mi padre era un personaje solitario. Diría que era un solitario que amaba la compañía. Era muy sociable, le gustaba mucho estar rodeado pero trabajaba de una manera totalmente solitaria. No le gustaba que le solicitaran autógrafos. No era ‘son truc’”.

Los habitantes de esta Isla aman a ese tipo de personajes que andan por la vida sin ruido, viviendo a su modo, en silencio, pero con los ojos bien abiertos. Doisneau necesitaba el calor humano de las gentes sencillas y se sentía a gusto en el mundo de los  niños, entre comerciantes, vinateros, feriantes, fabricantes de queso, prostitutas… En 1971 lloró y luchó para que su mercado de ‘Les Halles” no fuera hecho migas para crear el “Forum des Halles”.

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