En hotel de 5 ***** estrellas

LA OTRA VIDA
Ocurrió esta mañana, Domingo 29 de abril de 2012. 
Eran las 11'45 de la mañana de un día soleado tras varios días de lluvia. 
Alguien entró en un recinto 'abrigado' a sacar dinero del cajero. 
Entró con cuidado tratando de no  'molestar' a los hospedados en el 'Hotel'. 
Fuera brillaba un sol tibio. La gente paseaba por el muelle, las casetas de la Feria del Libro estaba llenas de curiosos . Los paseantes paseaban, los sedentes ocupaban los bancos del paseo frente al mar...

Pinchar en las imágenes para ver mejor la realidad.
DOUCE


Y la vida seguía su rumbo...


MIRANDO AL MAR... DOUCE

Comentarios

Goyo ha dicho que…
Pues sí. Seguimos anestesiados ante esto. Ante quienes duermen, si me permites, como la canción de Calamaro, no es un hotel de 5 estrellas, es un hotel de un millón de estrellas.
Douce ha dicho que…
Goyo

Te aseguro que el 'señor' que entró ayer en el cajero-hotel, se preguntó mil cosas en aquellos dos o tres minutos que duró su estancia en el ‘hotel’ viendo aquellos tres 'cuerpos' de circunstancia. Al parecer dormían profundamente, porque no se movían. Se preguntaba quiénes serían, porque no veía sus caras. Trataba de entender qué sería de sus vidas y no tenía ni idea de algo de sus historias, nunca había vivido algo parecido. Hasta su perra que le acompañaba no reparaba en ellos...

Esperó un minuto a que un cliente terminara. No sabía cómo acercarse para sacar sus 60 euros y no pisar al que estaba más cerca de la caja. Por lo que se veía, sin manta que le cubriera, no parecía un 'pordiosero'. Le costaba recoger aquellas imágenes de 'voyeur' y no sabe qué impulso le movía a hacerlo. ¿Era una prueba de qué algo sentía o era simplemente un 'caza instantes' que se consolaba con un "¿Y qué puedo hacer yo?" y se respondía a sí mismo: "NADA, tú no eres responsable, no puedes hacer nada" y no se convencía, necesitaba una ‘sinrazón’…

CAMPU,

He visto a tu Cow Boy de medianoche y al hombre tendido en la cera sin que ningún viandante se detuviera un momento... Ya ni siquiera miraban. Sólo delante de algún escaparate se detenían algunos ojos.

Ya no queda ni siquiera preguntas vacías: "¿Qué puedo hacer yo en esta jungla?". Digo 'JUNGLA' cuando allí sí que reparan en lo que ocurre.

NO TENGO PALABRAS. Quizá lo que he escrito es una torpe excusa

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