Una boda en 'alta-mar'

DE CURIOSIDADES...

La llegada de la novia
Serían las doce del mediodía del domingo. Paseaba por el muelle observando cómo la baja marea dejaba al desnudo los ‘soportales’ con sus columnas cuajadas de algas y mejillones. Al subir la rampa le llamó la atención un grupo de hombres y mujeres que miraban hacia la bahía, detrás del Palacete. Es casi instintivo que las aglomeraciones inciten a la curiosidad. Y así ocurrió. Se unió al grupo de los que miraban a una especie de altar en uno de los barcos que atraviesan la bahía.

Al dar la vuelta al Palacete del puerto dos filas de curiosos a ambos lado de una larga moqueta azul seguían el ir y venir de hombres y mujeres ‘elegantemente’ ataviados para una ceremonia nupcial. Enseguida echó mano de su cámara y se convirtió en reportero. Poco a poco fue identificando a cada uno de los participantes del festejo: la madrina, el padrino, los invitados, las invitadas… ¿El ‘novio’ quizá? No le quedaba claro.

De pronto, un movimiento de ‘masas’ le advirtió que algo nuevo sucedía. Se dio la vuelta hacia donde se desplazaban los curiosos y vio llegar una calesa con cochero ataviado de traje y sombrero andaluz y en el asiento de trasero la que se suponía fuera la novia, con un velo blanco cubriendo su cabeza. Pero quizá lo que más le llamó la atención fue el balanceo de arriba abajo de la cabeza del alazán que tiraba de la calesa haciendo sonar su collar de cascabeles. La novia se apeó del carro nupcial ayudada por el padrino y allí posaron los contrayentes y los niños que hacían de acompañantes. Los fotógrafos debían de hacerse hueco entre el clic clac de decenas de cámaras que también querían hacer de ‘reporteros casuales’. No sé sabe por qué y para qué querían ellos fotos de una boda a los que no estaban invitados.

Curiosos...
Él mismo se preguntaba quién le había dado vela en aquella boda. ¿Quizá por lo ‘especial’ de la celebración en ‘media mar’? ¿Lo curioso de llegar a caballo a un embarcadero? ¿O había algo ‘peculiar’ en contrayentes e invitados amén del escenario? Él también se preguntaba por qué se había incorporado a unos festejos que no le gustan demasiado.

… Y descubrió interiormente que también él forma parte de lo que a veces abomina. ¿Será eso por lo que sentía un pelín de vergüenza?



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