Hablando de ‘Apocalipsis

SIN FÚTBOL NO HAY PARAÍSO

Si el Náufrago de esta isla no hubiera visto lo que está viendo estos días, si sólo leyera los titulares que aparecen en los periódicos, que se amplifican en el mundo digital y no oyera la voz de  oscuros agoreros, diría que ha llegado el “Apocalipsis”. Según dejó escrito un compañero y maestro el vocablo Apocalipsis en griego quiere decir ‘desvelar’ (prefijo απο, -‘des’- y el verbo καλύπτο: velar, cubrir con un velo’. Literalmente significa ‘desvelamiento’ y en lengua religiosa revelación (divina)

Ignoro si ese dios ha hecho tal profecía, pero a falta suya, según lo que anuncian los nuevos ‘profetas' y 'adivinos' estamos a punto de hacer ‘crash’. Maldito Mammon, todo gira en torno de él. No hay otros valores como el de hacer frente a la vida sin catostrofismos. Menos palabras y apenquemos con lo que venga dando la cara. De situaciones peores hemos salido y aparecimos vivos, aunque sólo fuera por necesidad.
Es cuestión de un poco de paciencia
Esta mañana, en la lectura matutina del periódico, el Náufrago vio al pasar la primera página este título: “Profetas del Apocalipsis", lo leyó despacio, lo releyó y anotó lo siguiente:
• Jamás habíamos asistido a una exaltación del pesimismo en los medios de comunicación como la que se ha producido en las últimas semanas…
• El catastrofismo lo invade todo… Ser optimista equivale a ser bobo en este catálogo de calamidades en el que se ha convertido el presente.
• Las redes sociales han jugado un papel determinante en la amplificación de las voces de los profetas del Apocalipsis, que gracias a los nuevos medios obtienen una resonancia con la que jamás habían podido soñar.
• Las malas noticias generan más malas noticias y todo se vuelve peor de lo que es. Y ello alimentado por una maquinaria tecnológica que multiplica el efecto de los mensajes, que no de la información.
• Hoy nos hallamos ante el hundimiento de una forma de vivir por encima de nuestras posibilidades, lo que requiere importantes ajustes. Pero tenemos los medios materiales y humanos para abordar ese cambio.
Quizá  ahí está el quid de la cuestión. Nos hemos creído o nos han hecho creer, que sin alcanzar un determinado ‘status vivendi’, menospreciando los valores necesarios para vivir de verdad, acomodándonos a lo que nos ofrecen un mundo de humo íbamos a encontrar el paraíso terrenal y parece ser que la realidad no se acomoda con los sueños. Hemos llegado hasta pensar que “Sin fútbol no hay paraíso”.
Por  si a alguien le interesa aquí queda el texto aludido:

Comentarios

Entradas populares