Sensibilidades y ecología

La sensibilidad no es algo que esté a la venta  en las rebajas. Ni se compra, ni se vende, se tiene o no se tiene. Es una sensación, un sentimiento, una especie de semilla que cultivamos o se agosta. Ser sensible, no es ser sensiblero, de lágrima fácil. La sensibilidad se siente sobre todo por  dentro, es la capacidad de captar valores estéticos y morales. Se es o no se es sensible, si tenemos la capacidad de percibir lo que nos rodea, personas, cosas, situaciones, sensaciones…

Pero no se trata ahora de hacer una disertación sobre esta cualidad que nos hace humanos y no una piedra o un ladrillo. El motivo de esta reflexión surgió esta mañana al ver una foto que aparecía en la portada de un periódico local. Miren. ¿Hay algo que les chirría por dentro? ¿Lo encuentran ‘normal’? ¿Hay algo que les duela en los ojos y se transforme en un dolor interno? Vean esta foto (la pueden agrandar):

'Ecologistas' acampando

- Este es el pie de foto que figuraba en el periódico:

“Santa María de Lebeña es uno de los principales exponentes del arte prerrománico. Sus viejos muros de piedra han soportado los envites de contiendas, saqueos y temporales, pero están expuestos ahora a la enfermedad de la desidia humana y a los ataques vandálicos. Su bello entorno se ha visto alterado por campistas descuidados, que han convertido el aparcamiento en su morada, transformando su imagen de postal idílica”
 

- ¿Qué les parece si ‘borramos’ la parte inferior de esa imagen?

 

¿Se sienten mejor? ¿Se les serena el ánimo, les envía sensaciones de paz, sienten la belleza del paisaje, notan el impulso que nos invita a perdernos en la tranquilidad del bosque? Se diría que esos muros de piedra están tan enteros y sólidos como hace diez siglos.

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Aquí tienen un sitio donde se habla de ella:

•  Iglesia de Santa María
• Municipio: Cillorigo (Cantabria) en el Valle de Liébana.
• Declarada Monumento Nacional el 27-03-1893.
• Declarada Bien de Interés Cultural.
• Estilo arquitectónico: mozárabe.
• Existe una referencia a la fundación de la iglesia de Santa María de Flevenia en el año 925 por el conde Alfonso y su mujer Justa (condes de Liébana) , dedicándosela al Salvador, a Santa María y a San Román. 
• El arte mozárabe parte de la tradición visigoda, a la que van añadiendo elementos meridionales propios del mundo islámico en el que nace y se desarrolla.

Referencia