Galeria de personajes

PREPOTENTES, JETAS, ARRIBISTAS.

Hoy , por distintas razones y por diferentes medios, me he topado con tres tipos de persona que tienen un punto de convergencia :su EGO, en el sentido más excluyente de los demás que uno pueda imaginarse. Todos tenemos nuestra dosis de ‘egoísmo’ y hasta puede haber un egoísmo sano que nos libere de servidumbres que nuestra propia dignidad nos invita a rechazar.

Voy a tratar de irme lo menos posible por las ramas , porque el tema se presta mucho a ello, al tener muchísimas caras: Podemos hablar del prepotente, del arribista y del jeta. Como ven hay lazos comunes entre ellos, no hay prepotente que no tenga su dosis de jeta, como la tiene el trepa y no le falta al jeta su dosis de prepotencia.

Al prepotente me lo he encontrado esta mañana cara a cara. He visto cómo pretendía usar su puesto, profesión o cargo, como quieran llamarlo, para llevarse el gato a ‘su’ agua, desde su puesto, supuestamente más elevado. Afortunadamente creo que yo estaba cargado de razones para desbaratar las ‘suyas’ que no eran tales , sino más bien conveniencias que debe estar acostumbrado a usar porque normalmente trata a ‘súbditos/as’ , más que colaboradores, en una profesión delicada y responsable, en que estos ‘esclavos’ están a merced y dependen del ‘amo’. Desde mi ‘supuesta inferioridad’ fui capaz de hacerle frente, ante mi propio asombro, y poco a poco fue aviniéndose a las razones que le exponía. Pero estoy seguro que esta batalla no ha terminado. Tipos así no perdonan tan fácilmente y tienen hábitos y recursos de imponer sus criterios en función de sus intereses. Le seguiremos la pista.

Un segundo personaje al que he llamado ‘jeta’ pero quizá le sentaría bien cualquier otro adjetivo, cierta prepotencia no le es ajena, la infidelidad a su palabra lleva camino de hacerse hábito, así que ustedes mismos pueden aplicarle la que quieran, porque es bastante conocido. Sé que los expertos en fútbol que saben mucho más que yo, podrán hacerme toda una serie de consideraciones, pero yo como lejano aficionado, nada lector de periódicos deportivos, ausente de los estadios de fútbol desde hace décadas y casi podría decir exespectador de partidos balompédicos por la pequeña pantalla, expondré mi impresión, más que opinión.

El señor al que me refiero es conocido entre los del medio como “El sabio de Hortaleza”, esos ‘sambenitos’ que se le ocurre algún día a algún ‘lenguasuelta’ y luego se va repitiendo de boca en boca como en la copla. No soy quién para juzgar serenamente sus proclamadas virtudes como entrenador, sólo doy mi impresión como persona. No me gustan sus modales ni su lenguaje con jugadores , con la prensa. Me da en la nariz que hay muchos periodistas que no se atreven mucho a llevarle la contraria , bien para no discrepar de los que le elogian, o por temor a que les suelte una de sus lindezas que acostumbra a soltar cuando le pisan algún callo.

Le pongo en esta galería de mis tipos ‘antipáticos’, porque he visto hoy en la prensa las reiteradas contradicciones que ha incurrido en estos últimos meses , amenazando que “me voy”, que “ me quedo”, que “lo que digan los aficionados”, que lo que digo yo va a misa y resulta que después no pisa por la iglesia. Me refiero a la iglesia de ser fiel a su palabra.

Un señor que va por la vida de cantar las verdades al lucero del alba, resulta que es incapaz, no una , sino varias de decir donde ‘dije, quise decir esto, y luego lo otro’. Es verdad que este mundo tan turbio y asqueroso en que se está convirtiendo ese mundo del Futbol: desde Presidentes de Federación Nacional, Internacional o Cósmica, pasando por las ‘vedettes galácticas’ o simplemente estelares de su propio ‘universín’, hasta el más chulo de los trencillas y muchos aficionados , hay que tener mucha pasión por el ‘furbo’ para seguir la trayectoria de la bola.

Del arribista, hablaremos en breve. Después de la publicidad. O a lo mejor no hablo, porque diría muchas cosas, busque entre concejales, alcaldes, Secretarios Generales, Ministros y Ministras del ramo y así me ahorran hablar de otros.