Beatus ille...

Un siglo antes de Cristo, o sea hace muchísimo, un liberto llamado Quinto Horacio Flaco escribió este poema que han hecho suyo cantidad de escritores y gentes de a pie:

Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium,
paterna rura bubus exercet suis
solutus omni faenore.

Casi diecisiete siglos después, un fraile agustino llamado Fray Luis de León, aunque él era conquense, hizo su versión libre del poema de Horacio en su

ODA A LA VIDA RETIRADA

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Debe ser que yo también estoy llegando a esa etapa de la vida en que uno poco a poco va tratando de retirarse en silencio 'procul negotiis", o sea lo más lejos posible de todo lo que no es 'ocio' (nec otius), en el amplio y creador sentido de la palabra y olvidarse de lo que sólo es ruido, palabras, pre-ocupaciones tontas.

Anoche , releyendo una vez más a César Simón volví a sentirme cerca de él cuando escribía: "Me gusta vivir en secreto, al margen, en el silencio, en el anonimato - no en balde el libro se titula "La vida secreta"-. Si aparece, es como si el agua quieta de un estanque se removiera..." ( ahí relata todas las 'pre-ocupaciones' que le acarrearía su publicación) Y añade: "Qué lejos creo vivir, qué remoto, qué aparte. No por ello me siento menos asido a la vida." Y tras algunas consideraciones de lo él llama 'vivir alto y tratar de cuidar de vivir a lo ancho', termina a lo mucha gente, de una manera u otra aspiramos: "Gozar no es sonreír ni escribir himnos. Gozar es no manifestarlo".

Lo importante es esa paz interior acercarse lo más posible eso que se llama 'desarrollo personal', que otros denominan 'paz interior', aunque nunca se llegue a conseguir del todo, pero sí tratar continuamente de acercarnos a lo que Servan- Schreider, David llama : un 'ser humano actualizado' y cita a un tal Abraham Maslow al que no tengo el gusto de... " La mejor forma de convertirse en un servidor mejor de los demás es convertirse en una persona mejor.." Pero resulta que ambas cosas van de la mano. Y perdonen que me remita a aquella frase de los campamentos de la OJE, que era nuestra única manera de ver el mar o dormir 'bajos los luceros'. La consigna era "Vale quien sirve".

¡Qué difícil es lograr que una cosa vieja tenga un significado 'nuevo'!