Llorona

DESDE EL BALCÓN

Desde el balcón . DOUCE
Sucedió  el sábado por la mañana en un paseo por el casco viejo. De pronto se sintió atraído por una voz que desde un balcón cantaba una canción conocida. Algo se disparó en su interior al oír aquella voz que en el mismo instante le hizo retroceder más de cuarenta años. Era otra voz pero aquella melodía que había oído y tarareado decenas de veces  había reconstruido un 'lugar' interior  que no señalaba ni un paisaje concreto, ni una hora determinada. Era una emoción que abarcaba un tiempo indefinido. La sensación duró unos minutos, pero el runrún de aquella canción se mantuvo durante bastante tiempo.

Cuando volvió a casa buscó la melodía en dos voces distintas: la de Chavela Vargas y la voz de Raphael, sin sus ademanes. Sólo quería oír aquella voz que sonó de nuevo. Pero cuando la oía aún quedaba el sabor de aquellas sensaciones que no sabría definir.

Gracias a aquella voz joven que le devolvió un trozo de su vida.

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(NOTA de DOUCE: El Náufrago a veces se 'precipota': la letra de la canción fue tomada de una página de Internet. Después de subida la Presentación se ha dado cuenta un error ortográfico que sería ahora costoso corregir. Pido perdón el 'Hay'  que debería ser ¡Ay!)


Comentarios

María ha dicho que…
Uuuuuuyyyy ¡¡cómo andamos tooodos con las sensciones!! jajajaja está claro que ya no sabemos como escaparnos de esta realidad oscura, enmarañada y más bien asquerosilla que se empeñan en regalarnos nuestros políticos, bancos y demás compañía...

A ti tu magdalena ( mil graciaaaaasss ) te apareció en le balcón con esa chica y la canción que cantaba ¿eh?:-)

¿Sabes lo que me gustaría a mi hacer con todas las sucursales bancarias del mundo y por ende con toooooodo el dinero... ¡¡ VERDADERO CÁNCER DE LA HUMANIDAD DESDE QUE HA APARECIDOOOOO!!



¡¡¡¡ ESTOOOOOOOOOOOOOO !!!!


¡¡No llores por favooooor!! jajaja

Muaaaaaaaaaaaaakss feliz día a pesar de todoooooo mi querido JULIO.
Douce ha dicho que…
Pues sí, María,

Es obligación ser conscientes de la realidad que vivimos, pero no dejar que nos envuelvan en ese maremagnum esos pocos que aprovechan la circunstancia y son conscientes de qué es manejar a una masa subyugada y temerosa.

Sea cual sea la circunstancia que nos circunde, no podemos, no debemos, hacerles el juego. Nadie puede robarnos nuestros trozos de vida...

Sí, mi 'magdalena' fue aquella voz y aquella canción y aún trato de seguir disfrutando, aunque el primer instante fue el más intenso.

Gracias, María, por hacer de estos lugares sitios para crear, no para destruir.

Con nuestro afecto y agradecimiento

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