Ser vivo / Ser humano

RESPONSABILIDAD

No es habitual en EL Náufrago que en un blog que por definición implica brevedad y cierta simplificación, aborde asuntos complejos, debatibles y debatidos, para lo que se requiere información, formación, y claridad en el criterio. Es difícil señalar ‘directivas’ sobre cuestiones en las cuales la decisión final corresponde a quien, madura y responsablemente a ser posible, debe pronunciar su última palabra .

Lo que sí le llama la atención es con qué banalidad, falta de criterio propio, y desconocimiento, alguien con responsabilidad, emite juicios que, cuando menos, son harto discutibles y matizables. Lo que ha decidido al Náufrago a sacarlo a la luz en la isla, obedece a dos causas. La primera es la desenvoltura y desigualdad a su juicio, con que la joven Ministra de Igualdad pronunció la sentencia que ha sido objeto de millares de opiniones: “Un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no un ser humano" ¿Acaso quiere indicar que a un ‘ser vivo’ (humano, animal,aidohumano), se le puede ‘despachar’ sin más reflexión, como si se tratara de limpiarse el sudor de la frente? ¿Acaso los ‘seres vivos’ no tienen derechos de vida? ¿En qué momento exacto un ser vivo, se convierte en ‘humano’? La cuestión por supuesto no es banal y más de un quebradero de cabeza, de angustia, de dudas, crea en las personas que se encuentran ante tan compleja decisión. Pero, por favor, no trivialicemos lo que crea tanta incertidumbre en los que todavía no banalizan.

No tenía el Náufrago intención de abordar este asunto en esta bitácora, pero la lectura del comentario de “ La Frase” escrito en su columna semanal del profesor José Antonio Marina, le ha invitado a ello. El texto dice así

LA FRASE (21)

"Un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no un ser humano"

Bibiana Aído / Ministra de Igualdad

Voy a hablar en defensa de los adolescentes, que sufren una epidemia de trivialización inducida por los adultos. Ellos no han inventado la cultura permisiva. Somos nosotros los que les estamos introduciendo en un limbo de irresponsabilidad. Mis alumnos universitarios no saben que el aborto esta sólo despenalizado. La despenalización supone el reconocimiento de una brecha entre lo deseable (que no haya abortos) y lo real (que no sabemos cómo evitarlos). Si olvidamos esa brecha no emprenderemos políticas para resolver el problema, porque no se percibirá el problema. La trivialización convierte todo en insignificante. Estamos prescindiendo de la densidad moral de nuestros actos, y sin ella todos somos intranscendentes.

Desde todas las posiciones políticas deberíamos hacer la inequívoca afirmación de que reducir el número de abortos es un objetivo social prioritario. Por eso, propongo la creaci6n consensuada-de un Plan Nacional de Prevención, que articule medidas educativas, sociales, económicas, de apoyo a las mujeres, de responsabilizaci6n de los hombres, de búsqueda de alternativas. Un plan así nos dignificaría a todos.

JOSE ANTONIO MARINA / Filósofo