Lo que los poetas nos dejan
JOSÉ-MIGUEL ULLÁN (VILLARINO DE LOS AIRES,SALAMANCA. 1944)
Vamos perdiendo los poetas por el camino...Nos van dejando un poco solos, aunque nos quede su voz detrás de sus palabras. Primero se fue Mario, ahora nos deja José Miguel Ullán . El Náufrago apenas conoce su poesía y cuando la ha abordado no siempre ha sido capaz de penetrarla. Es tan misterioso eso que llaman 'poesía'. Sin duda , para emitir un juicio valedero se necesita además de sensibilidad, instinto, estudio, lectura, talento... y un 'algo más'. Y luego están los momentos, el talante personal, para poder apreciar la magia que se pueda hacer con las palabras.
Hay poemas de Ullán que no he llegado a entender, pero éste que he encontrado un poco al azar de unas lecturas, sí lo he 'entendido', quiero decir sí lo he sentido. Quizá sólo haya 'oído' su 'voz y trino' y 'se llevará para siempre su silencio eterno: el modo de ver que le arrebataba, ese mundo inefable que adivinaba, pero que nunca acertaba a expresar...Un mundo que le apretaba y le mataba'.
Vamos perdiendo los poetas por el camino...Nos van dejando un poco solos, aunque nos quede su voz detrás de sus palabras. Primero se fue Mario, ahora nos deja José Miguel Ullán . El Náufrago apenas conoce su poesía y cuando la ha abordado no siempre ha sido capaz de penetrarla. Es tan misterioso eso que llaman 'poesía'. Sin duda , para emitir un juicio valedero se necesita además de sensibilidad, instinto, estudio, lectura, talento... y un 'algo más'. Y luego están los momentos, el talante personal, para poder apreciar la magia que se pueda hacer con las palabras.
Hay poemas de Ullán que no he llegado a entender, pero éste que he encontrado un poco al azar de unas lecturas, sí lo he 'entendido', quiero decir sí lo he sentido. Quizá sólo haya 'oído' su 'voz y trino' y 'se llevará para siempre su silencio eterno: el modo de ver que le arrebataba, ese mundo inefable que adivinaba, pero que nunca acertaba a expresar...Un mundo que le apretaba y le mataba'.
Todo os lo dejaré cuando me muera;
las rosas que yo solo comprendía,
mi aire, mi cielo y luz, mi noche y día
mi asombro de existir, mi vida entera.
Y pues completa dárosla quisiera,
tomad también la gota de armonía
que a ese mundo he añadido mi poesía
con su revelación en mi manera.
…Pero sé que aunque os deje voz y trino
me llevaré al silencio eterno, muerto,
este modo de ver que me arrebata,
este mundo inefable que adivino,
esta revelación que nunca acierto
a expresar, que me aprieta y que me mata.
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