Lecciones de vida

Ayer, para responder a una entrevista en que se hacía alusión a mi gesto adusto y serio que no coincidía del todo con otras actitudes mías , desde la cercanía, más abiertas y jacarandosas, necesitaba utilizar una metáfora. Quería explicar a mi entrevistador que esa actitud seria no es más que una máscara con que los tímidos solemos proteger nuestros temores íntimos, porque no queremos que los demás descubran, en el fondo por orgullo, nuestras 'debilidades' o sensibilidades excesivas.

Para dar un carácter más ‘científico’ al asunto pregunté a un colega experto en la materia, que me explicara qué artimañas utilizan los animales de especies 'inferiores 'para protegerse de los posibles depredadores. Su información fue clara y concreta y la utilizaré en mi respuesta a la entrevista. Luego, para avanzar más en la compresión de estas curiosas artes protectoras que nos enseña la madre Naturaleza se lo comenté a una compañera cuyo marido es biólogo, para ver en qué puntos coincidía o ampliaba la anterior explicación que ya me había satisfecho para lo que deseaba. Se lo dije un poco por decir.

Esta mañana mi compañera, que tiene un marido muy concienzudo, me ha entregado casi un tratado completo que titula: “Problema propuesto: Defensa de los ‘animales inferiores’ frente a los ‘superiores”.No voy a transcribir todo el texto que sería muy largo, porque hace desde un estudio histórico-evolutivo, pasando por las causas que han motivado esos cambios y en el apartado final las formas de defensa adoptadas.

Al transcribir la última parte de su escrito me gustaría mostrar varias cosas: En primer lugar las diferencias que existen entre la generosidad, la competencia y la atención de un amigo, compararadas a la codicia, la incompetencia (informes cobrados y pagados por organismos oficiales que han sido plagiados impunemente) la cara dura y la falta de rubor para cobrar un trabajo ajeno.

En segundo lugar reflexionar cómo corresponder a gestos como éste , al tiempo que sentir qué grato es aprender de esta manera. Por esta razón y para que este capricho mío no se pierda en tres folios plegados, escritos a mano, transcribo aquí la última parte de su escrito, para ilustración propia y de todo al que pueda interesarle.

“... Las estrategias que en el curso de la Evolución han desarrollado los animales ‘inferiores’ para evitar ser comidos por los ‘animales superiores” son:

1.-Defensas de tipo bioquímico: Sabores, olores repugnantes, venenos (insectos, peces, anfibios, reptiles...)

2.-Estructuras protectoras: Internas: espículas de esponjas; externas: esqueleto externo de artrópodos, caparazones, tubos de numerosas especies .

3.-Mimetismo respecto al ambiente o a otros organismos:

- morfología parecida a hojas o tallos... de coloración
- Coloraciones parecidas a otros animales ‘superiores’ y peligrosos
- Cambios de forma que les hacen parecer más grandes

4.-Producción de un número extraordinariamente numeroso de descendientes: Siempre habrá más probabilidad para que sobrevivan a la depredación

5.-Modificaciones del hábitat: Construcción de galerías, refugios, nidos...

6.-Agrupaciones temporales o permanentes de grupos de la misma especie: formación de rebaños, bancos, familias (la unión hace la fuerza)

7.-Cambios de territorio: migraciones

8.-Adquisición evolutiva de determinados comportamientos:
- parasitismo (aprovecharse del vecino superior);
- Simbiosis, inquilinismo, comensalismo (contrato de cooperación)

Las estrategias de defensa expuestas ( y alguna más que no recuerdo) han hecho posible que los animales inferiores sigan existiendo y sean mucho más numerosos (en especies y en cantidad de individuos) y variados que los animales superiores. Sólo los insectos suponen un millón de especies más que los animales superiores.

Marcos Caloca.

Gracias, Maica, gracias,Marcos.

Ya expondré más adelante de cuál o de cuáles de estas estrategias me he apropiado.

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