Cuando todos estamos ‘indignados’

DEL "¡INDIGNAOS!” AL "DELITO DE SILENCIO”

«Escribo desde un naufragio

Escribo sobre el tiempo presente.

Escribo sobre la latitud del dolor,

sobre lo que hemos destruido

ante todo en nosotros…».

José Ángel Valente

Parece ser que ha sonado la sirena que nos convoca a la “Indignación”. Primero, fue el ex-resistente Hessel: su mensaje se distribuyó por “L’Hexagone” y millones de personas, al parecer, se ‘indignaron’. La moda ‘indignante’, traspasó las fronteras, ha llegado a “Estepaís” y también nos hemos ‘indignado’ un poco ,de boquilla. En este mundo mediático, curiosa palabra ésta, la de ‘mediar’ (¿entre quiénes?) absorbemos todo lo que nos sirven: lo oímos, incluso lo leemos… y luego ‘miramos de soslayo: fuese y no hubo nada’. Las palabras están ya tan gastadas que no significan NADA.

La moda de ‘indignarse’ también ha llegado, en versión hispana. ¡Con lo que nos gusta a nosotros eso de darle a la sin hueso, y ahí nos detenemos! La versión española, siguiendo la corriente, ¡faltaría plus!, ha llegado de la mano de don Federico Mayor Zaragoza, ‘impulsor e ideólogo de la Alianza de Civilizaciones zapateril’ y haber pasado la vida como funcionario cinco estrellas en unescos varios’. Su ‘indignación’ es más poética: “El tiempo de silencio ha concluido”. Pues ‘hablemos’. Total 3 euros solidarios no cuesta nada y además es hasta ‘poético’: “nos acallaron pensando que nuestra voz era a-utópica, irrelevante, molesta pero modesta” ¿Quién le calló a él siendo ‘Subsecretario de Educación y Ciencia del gobierno español 1974-1975, Consejero del presidente del gobierno (1977-1978), Ministro de Educación y Ciencia (1981-1982)… o cuando en 1987, la 24ª Conferencia General de la UNESCO lo eligió como Director General, cargo en el que permaneció hasta 1999?. ¿Es que en Moncloa no le dejan hablar de Alianzas?

El librito del no al Silencio es muy poético. Todos somos poetas, pero mientras despertamos de ese sueño, hablamos mucho y hacemos muy poco. Quizá han pasado aquellos tiempos, de cuando ‘la poesía era un arma cargada de futuro”, probablemente porque no ‘sintamos que vivimos a golpes’ y no sabemos quién somos. El Náufrago tampoco.

-NOTA: ¡Ah! Se me olvidaba: “Indignarse, no es cabrearse”, que en eso somos expertos.