Esperando al doctor
CHEZ LE DOCTEUR
Normalmente, cuando el Náufrago va al médico llamado de cabecera, curioso nombre que supongo se debía a que el galeno acudía a la cabecera de la cama donde se encontraba postrado el enfermo, le toca esperar. Ahora, lo más frecuente es que vayas a su consulta, curiosees los diplomas que ornan las paredes de la sala de espera y en el más socorrido de los casos, te dediques a pasar las hojas del “Hola” , el “Diez Minutos” o cualquier revista de cotilleo de hace tres meses.
El Náufrago, últimamente, lo que hace es ponerse a escribir sobre cualquier cosa que se le ocurra o sobre el mismo doctor y sus relaciones con él. No deja de ser otra especie de chismorreo. Lo que ocurre es que en lugar de atragantarse con los penúltimos y apasionantes ‘litigios’ de la interesante vida de Belén Esteban o ver en qué etapa va lo del divorcio amistoso de Lydia Bosch y su pariente, prepara cómo va a pedirle más recetas al médico después del ‘pourpalé’ y la disparidad de opiniones que tuvieron en la última visita y no fue porque él fuera del Barça.
Se trataba de decirle que no siente ningún resentimiento, que, al contrario, acepta su ‘De acuerdo. Lo siento’, de la última vez. Y es que ya es hora de que podamos discrepar en algunas cosas y no obstante mantener unas relaciones racionales y hasta cordiales, después que cada uno haya meditado sobre sus razones o sus interpretaciones…
Normalmente, cuando el Náufrago va al médico llamado de cabecera, curioso nombre que supongo se debía a que el galeno acudía a la cabecera de la cama donde se encontraba postrado el enfermo, le toca esperar. Ahora, lo más frecuente es que vayas a su consulta, curiosees los diplomas que ornan las paredes de la sala de espera y en el más socorrido de los casos, te dediques a pasar las hojas del “Hola” , el “Diez Minutos” o cualquier revista de cotilleo de hace tres meses.
El Náufrago, últimamente, lo que hace es ponerse a escribir sobre cualquier cosa que se le ocurra o sobre el mismo doctor y sus relaciones con él. No deja de ser otra especie de chismorreo. Lo que ocurre es que en lugar de atragantarse con los penúltimos y apasionantes ‘litigios’ de la interesante vida de Belén Esteban o ver en qué etapa va lo del divorcio amistoso de Lydia Bosch y su pariente, prepara cómo va a pedirle más recetas al médico después del ‘pourpalé’ y la disparidad de opiniones que tuvieron en la última visita y no fue porque él fuera del Barça.
Se trataba de decirle que no siente ningún resentimiento, que, al contrario, acepta su ‘De acuerdo. Lo siento’, de la última vez. Y es que ya es hora de que podamos discrepar en algunas cosas y no obstante mantener unas relaciones racionales y hasta cordiales, después que cada uno haya meditado sobre sus razones o sus interpretaciones…
-“¿Siguiente? ¡Adelante!
- “Buenas tardes, doctor. Venía a…”
Comentarios
Hoy necesitaba unas risas
Un beso
Celebro mucho que 'mi consulta' con el doctor te haya hecho sonreír. ¡Estamos tan necesitados de Humor!
Es la mejor receta, la medicina más saludable.
Que siga la risa.
Feliz noche
Justo te estaba por comentar lo de Belén Esteban. Cuando oigo que la nombran en la TVE cambio de canal. Cómo pueden soportar allí que cuenten todas las estupideces que habla ella y los otros parientes. Por qué es tan famosa???
Ahora están dando un programa de canciones de los 50 y los 60. Sólo lo escucho de lejos. Me trae muchos recuerdos de mi infancia :-) y adolescencia.
Bonjour!!