Aniversario en la Isla

Vendrán olas para borrar nuestras huellas

o devolviendo la botella de un naufragio...

(Juan M. Montes ")

No está el horno para bollos, ni la mar para jugar con las olas. Así que escribiremos entre la nostalgia y el sueño de que volverá a nacer el sol, aunque no sepamos la hora. Así que vayamos al grano. Hoy, hace ya ocho años, esta isla se separó del mar para que Becaria y Náufrago se establecieran en un rincón para desde allí observar la vida y las suyas propias. El nombre de la isla surgió de una canción y del rumor de las olas que entonces sonaba en la caracola de su vida. Se le ocurrió ese nombre: Náufrago. Nombre que no gustó a Douce y a la que más tarde llamarían ‘Becaria’ y tampoco le gustó ese apodo, el que él mismo se había dado. Pasemos hoja.

Eso que llaman ‘blog’, no les gusta a los isleños,  prefirieron  ‘cuaderno de bitácora’ aunque también con cierto recelo. Al fin y al cabo lo que hacemos, es ‘ex -presarnos,’ o sea, expulsar de dentro, parte de lo que tenemos ‘prisionero’. Para esto de ‘ex –presar ‘  Douce es mucho más clara porque nada tiene ‘preso’ dentro.

Terminadas las filosofías, dejaremos una vez más, que Douce remate.

“Pues eso está claro: el dichoso Náufrago quiere decir: 

-          que está contento de haber  llegado hasta aquí, mejor o peor, plomo o sencillo 

-          que celebra que no haya mucho barullo en la isla 

-          que dé muchas gracias a los que visitan la isla y expresan lo que sienten

-          que agradecemos, y mucho, a los que hayan pasado  por la isla aunque no hayan dejado  su huella 

-          que seguiremos hasta que no tengamos nada que decir (si es que decimos algo) y que los apreciamos igual aunque a veces callemos.

-          Y yo añado que, como ‘Perra’ , soy mucho más expresiva  que él. A ver si le espabilo, no es imposible.

Mil gracias a todos.