El Camino hacia Itaca
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

El Náufrago de esta isla ha aprovechado este centenario para recordar que ´'ITACA' no es más que una utopía, un señuelo al que debemos aspirar. Probablemente no será como la hemos soñado, pero debemos seguir soñando porque es lo que construye nuestro camino. Nada mejor para que no temamos a los Lestrigones, los Cíclopes y al irritado Poseidón... No los encontraremos si no los llevamos en el alma y si nuestro interior no los pone ante nosotros.
CUANTO PUEDAS
Y si no puedes hacer tu vida como la quieres,
en esto esfuérzate al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el contacto excesivo con la gente,
en demasiados trajines y conversaciones.
No la envilezcas llevándola,
trayéndola a menudo y exponiéndola
a la torpeza cotidiana
de las compañías y las relaciones,
hasta que llegue a ser pesada como una extraña
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