"Me protegió con su cuerpo"
El guardia civil me protegió con su cuerpo y me salvó la
vida
Han
pasado cuarenta horas desde que la montaña se desgarró y Damián Ramos, que
avanzaba hacia el último control de la carrera de aventura en la que competía,
acabó rodando unos cincuenta metros montaña abajo. Paró porque logró agarrase a
una rama. Pero la caída le provocó una fractura abierta en la pierna izquierda
que no pintaba bien.
Sobrevivió al frío de la montaña porque llevaba el equipo obligatorio en este tipo de
carreras. Porque su compañero de equipo Javi se quedó con él. Y porque el
tercer puntal de la terna, Alberto, bajó raudo a dar la voz de alarma. Este
joven montañero coruñés trata estos días de recuperarse de lo ocurrido en una
cama del hospital de Arriondas. Del vendaje que le cubre la pierna izquierda
sobresale un hierro. La imagen sugiere dolor, pero dice que «va bien, bastante
bien. Pude no estar aquí contándolo, pude no estar hablando ahora de lo que
ocurrió». Mientras habla, el canal que tiene puesto en el televisor habla del
accidente. Entonces calla y mira la pantalla. Su rostro muestra pesar por los
tres guardias civiles que perdieron la vida en el rescate: «No imaginaba que
arriesgaran tanto la vida cada día por la gente. Solo puedo decir gracias».
-Pero afortunadamente en el equipo de la carrera eran tres
-Los guardiaS civiles nos localizaron y bajaron a ayudarnos. Una de las cosas que hicieron fue colocarme una férula en la pierna y tranquilizarme. «Venga chaval esto no es nada», decían. Luego fue cuando trataron de subirme al helicóptero. Uno de los guardias estaba dentro y otro estaba todavía en la montaña sujetándome para, entre ambos, poder meterme dentro y no dañar la pierna. Fue entonces cuando el aspa tocó la montaña.
El agente que estaba en tierra tiró de
mí hacia atrás. Me protegió con su cuerpo. Lo puso encima del mío para que los
trozos de roca que se desprendían no me tocaran. Me salvó la vida. El mérito es
todo suyo y de los otros tres guardia civiles que desgraciadamente perdieron la
vida. Deberíamos agradecerles el trabajo que hacen porque lo hacen realmente
muy bien.
-Pero afortunadamente en el equipo de la carrera eran tres
-Los guardiaS civiles nos localizaron y bajaron a ayudarnos. Una de las cosas que hicieron fue colocarme una férula en la pierna y tranquilizarme. «Venga chaval esto no es nada», decían. Luego fue cuando trataron de subirme al helicóptero. Uno de los guardias estaba dentro y otro estaba todavía en la montaña sujetándome para, entre ambos, poder meterme dentro y no dañar la pierna. Fue entonces cuando el aspa tocó la montaña.
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| Estos "NOMBRES" no salen en sus "Campos de fútbol" |
HÉROES SIN RUIDOS
CAPITÁN Emilio Pérez Peláez,
TENIENTE: Marcos Antonio Benito Rodríguez
AGENTE: José Martínez Conejo.
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