Tantos,Tintos,Tontos de verano

En verano, mejor dicho, en agosto, hasta algunos periódicos se reducen a su mínima expresión y se tornan parasoles de playa, charlas de terraza, regatas reales, fiesta nocturna y bullanguera. Tan es así, que al leerlos no sé sabe si corresponden al año que discurre o son los mismos de hace tres, cuatro y cinco años. Siempre es lo mismo: incendios, termómetros que saltan por los aires, gentes que ocupan fuentes o se refrescan como pueden... Y Mallorca, ahora que Marbella no entra ya en la competencia por culpa de fiebres ‘malayas’ o ‘mal hallas’.

He dicho Mallorca, y debería decir regatas, y fotos reales, y las gracias de los niños, o las vestimentas de las madres o si hay besos o tiranteces, si se hablan o no se hablan, quién se queda sin regata, en pluma que hace días ensalcé y hoy me disgusta leer con tanto ‘megaRey, megabarcos, megacarpa, megaregatistas...’

Vamos, señora o señorita Rigalt, que es una crónica que empalaga . Me ‘megacarga’.