Qué sea la vida

Y SI LA VIDA...

¿Y si la vida fuera hacer otoño del verano
y de la primavera un invierno adolescente,
y la playa fuera un rincón junto a una roca.
Si la vida no estuviera sobre la tierra que pisamos,
sino escondida , bajo el agua,
donde la marea suelta la cabellera de las algas,
donde los peces se pasean en bandadas
o hay en el fondo anémonas solitarias
que balancean su cuerpo blando , contráctil
al ritmo que le marca el vaivén de las olas?

¿Y si la vida no estuviera fuera, sino dentro.
No en el ruido, sino el silencio.
Si la vida no fuera tanto ir, venir,
hablar, subir , bajar, correr, ir deprisa
mirar el reloj, coger un taxi, pagar ,
sin mirar siquiera al que nos mira.
Sin mirar adentro, para ver mejor
la vida que pasa y nos rodea?

Si la vida fuera vivir cada minuto,
sentir cada segundo, sin mirar el reloj
ni el calendario. Sin creer las mentiras
que nos cuentan, ni obedecer a lo que dictan
gentes que nunca vivieron sino
que fueron vividos por la vida
y jamás se detuvieron a preguntarse quiénes eran...

Si así, si ésa fuera la vida,
habríamos vivido ‘nuestra’ vida.
La nuestra. Sencilla, complicada,
difícil, fácil, triste, alegre, amada,
rutinaria, encendida, apagada,
valiente, temerosa, oscura, diáfana,
escéptica, ilusionada...
pero al fin la vida nuestra.
Nuestra vida, también enajenada

Santander, 3 de agosto 2007