De monumentos y "bikinis"
UNA MAÑANA EN 'LA MAGDALENA'
Hoy volvió el Náufrago a la Península de la Magdalena. En el último paseo fue acompañado, como tantas veces, de Douce. Era un espacio donde se sentía libre, tanto olía todo el césped, como se perdía por los senderos que llevan al Palacio o subía hasta donde estaban los pinos. Hoy, su compañero de paseo iba solo y había cambiado de playa, aquella que por los años sesenta había recibido de nombre 'Bikinis”. Los primeros de las rubias o morenas que venían o enseñaban el idioma...
Pero dejemos aquellos recuerdos de las lenguas extranjeras y los paseos de Douce. 'Bikinis” no estaba hoy muy concurridos y en las 'caballerizas” no se veían demasiados intelectuales y artistas de la UIMP. Sólo en ciertas zonas verdes, algunas familias sacaban sus neveras, sus bebidas, sus tortillas y hasta manteles de los bancos que por allí servirán después de mesa de cartas.
De regreso ya, cámara en mano, tomaba fotos de la playa, la bahía y cualquier vista que le atrajera. Hoy, de nuevo, no es la primera vez, le atrajo de nuevo el monumento de Ibarrola hecho “con hierro, con acero y con el alma solidaria hacia las víctimas” que se 'abrían” y 'cerraban” en sus vidas.
Los otros “instantes” de Palacio, playas, mapas y barcos y la Balsa de Vital Alsar quedarán para otro momento.
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