El hombre sin cobarta
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, durante la rueda de prensa conjunta con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble. / EFE
Aunque sólo fuera por contemplar el paseíllo del ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis al encuentro de su homólogo británico Georges Osborne, qué caramba, la semana mereció la pena. Y aunque sólo fuera por la jocosa respuesta que a dicho paseíllo dieron los medios británicos, la semana, sí, mereció mucho la pena. La semana perteneció, informativamente hablando, a este tipo que se estrena en su ronda de visitas europeas de la siguiente manera: “Soy el ministro de finanzas de un país en bancarrota”.
Pero Varoufakis no sólo reinó en los países del norte por lo que dijo sino por cómo se presentó para defender el fin de la humillación y del ahogo a su país
Aunque sólo fuera por contemplar el paseíllo del ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis al encuentro de su homólogo británico Georges Osborne, qué caramba, la semana mereció la pena. Y aunque sólo fuera por la jocosa respuesta que a dicho paseíllo dieron los medios británicos, la semana, sí, mereció mucho la pena. La semana perteneció, informativamente hablando, a este tipo que se estrena en su ronda de visitas europeas de la siguiente manera: “Soy el ministro de finanzas de un país en bancarrota”.
Pero Varoufakis no sólo reinó en los países del norte por lo que dijo sino por cómo se presentó para defender el fin de la humillación y del ahogo a su país
EL HOMBRE SIN CORBATA
"Todos los medios comenzaron la crónica de la visita describiendo esa poderosa presencia que sacudió por un día los cimientos del rígido protocolo británico. No hubo columnista que no comenzara destacando que el griego se presentó descorbatado, con una camisa azul azafata por fuera de los pantalones y con los dos últimos botones desabrochados, unas botas imponentes, jeans negros y un abrigo de cuero que causó tanta sensación como la falta de corbata. Simon Jenkins en The Guardian escribió que “se presentó vestido como iría Putin a una cacería de osos”, y varios hubo que le compararon con alguna estrella del rock en su espléndida madurez.
Todo esto dicho sin acritud porque lo que se desprendía de las crónicas periodísticas era una incontenida simpatía por el personaje, que con su aspecto lanzó los primeros mensajes de la jornada: no pertenezco a vuestro club ni voy a cambiar mis hábitos para ser aceptado."
ELVIRA LINDO
Comentarios
Este tipo del que hablas es muy hábil y el equipo económico que le respalda de los más brillantes y solventes.. crucemos los dedos porque si ellos lo cosiguien podremos el resto, si ellos se hunde...
A comer con palillos fideos chinos todos ;-)
Muchos besos y buena noches...chinita no querel sel agua fiestas ;))
Muchísimas gracias ... Muaaaaaks!!
Me voy a perseguir a sol sin cobarta ;))
Que vuestro domingo sea bonito.
Empiezo por decir que no sé nada de aritméticas (cero) ni de dineros, de petrodólares, del mercantilismo y todos los que lo manejan. Me da la impresión que eso de manejar los dineros ha sido, de una forma o de otra, desde el Génesis. Ya debió ocurrir con eso según dicen en la Biblia: la mujer (siempre la mujer qué ¡pena!) invitó a Adán que había echado mano del árbol de donde no debían:
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría (y el dinero); y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, (so tonto) el cual comió así como ella.” Y lo jodieron, porque se armó y ya no hubo felicidad y así andamos.
El tipo éste del que hablamos es hábil y mucha geta (es necesario) para sacar dinero aunque no lo tengan hay que dárselo… En fin, que Dios se enfadó y así andamos.
Bueno, si tenemos fideos chinos, vale:-)
- Lo de la dislexia no es un juego. (Me está creciendo, antes no lo tenía) pero dejaré la ‘COBARTA’. Además el tal Varoufakis los tiene bien colocados.
Berta y D. Nau tratarán de hacerlo lo mejor posible y aun así no se enteran donde viven.